Condenado a 73 años de prisión el 'violador del chándal'

Andrés Mayo era efectivamente el violador del chándal, un hombre de mediana edad y complexión fuerte, vestido con ropa deportiva, que agredió a ocho mujeres entre diciembre de 2006 y agosto de 2007. Lo confirmó una condena de la Audiencia de A Coruña, que se conoció ayer y condena a Mayo a 73 años de prisión como autor de cuatro violaciones, dos agresiones sexuales consumadas y dos en grado de tentativa, además de tres delitos de hurto, otros tres de lesiones y uno contra la integridad moral, por los insultos racistas a una de las víctimas.

Andrés Mayo Fernández, un zamorano de 4...

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Andrés Mayo era efectivamente el violador del chándal, un hombre de mediana edad y complexión fuerte, vestido con ropa deportiva, que agredió a ocho mujeres entre diciembre de 2006 y agosto de 2007. Lo confirmó una condena de la Audiencia de A Coruña, que se conoció ayer y condena a Mayo a 73 años de prisión como autor de cuatro violaciones, dos agresiones sexuales consumadas y dos en grado de tentativa, además de tres delitos de hurto, otros tres de lesiones y uno contra la integridad moral, por los insultos racistas a una de las víctimas.

Andrés Mayo Fernández, un zamorano de 41 años, llegó a A Coruña después de cumplir 12 de los 106 años a lo que fue condenado en León por agredir sexualmente a 11 mujeres. Se instaló en el barrio de Novo Mesoiro con la mujer con la que se había casado al salir de la cárcel y con la que tenía dos hijos. Precisamente su condición de padre reciente fue uno de los argumentos que Mayo esgrimió para invocar su inocencia y su rechazo a un "asqueroso pasado". Sus antecedentes fueron precisamente los que llamaron la atención sobre él a la policía que investigaba las agresiones a mujeres que comenzaron la víspera del Día de la Constitución de 2006, y se desarrollaban siempre con un modus operandi muy parecido. El agresor las asaltaba por detrás cuando entraban en el portal de sus casas, y les tapaba la cara con las manos, unas manos muy grandes. La policía recordó que las víctimas de León habían destacado también ese detalle.

Sin embargo, la sentencia se basa en el reconocimiento firme de Andrés Mayo que hicieron las mujeres asaltadas. También en la huella dactilar descubierta en el pomo de la puerta de uno de los portales donde tuvieron lugar los hechos y en el ADN encontrado en el lavado vaginal de una de las víctimas. El abogado defensor, Jorge Vázquez, anunció que recurrirá la sentencia al Tribunal Supremo por considerar que los reconocimientos fueron inducidos por la policía.

La sentencia rebaja las penas que habían solicitado el ministerio público y las acusaciones particulares, que llegaban a 129 años. Una de ellas, Magdalena Rodríguez, de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, manifestó sin embargo su satisfacción porque la sentencia "aprecia los delitos relativos a las agresiones sexuales, y únicamente difiere en la apreciación de la menor gravedad de los hurtos y las lesiones". La letrada Inmaculada Fraga, que representó a las otras víctimas, coincidió en considerar que, "aunque lo condenasen a más años, cumpliría los mismos, y lo importante es que se le aplicará la doctrina Parot, es decir, que los beneficios penales se le tendrán que aplicar sobre el conjunto de las penas, y no sobre una". Esto supondría que, si el Supremo no decide lo contrario, Mayo cumpliría unos 20 años efectivos.

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