El juez cita a tres albañiles por el robo de un alijo a la Guardia Civil

Todo el cuartel de O Grove fue puesto bajo sospecha

El titular del juzgado número 2 de Cambados ha citado a declarar a tres albañiles que realizaban reformas en el cuartel de la Guardia Civil de O Grove cuando desaparecieron unos 12 kilos de cocaína depositados en las dependencias y que había arrastrado el mar hasta un arenal del municipio, en agosto de 2008. Aunque el grave incidente puso en la picota a los mandos del cuartel por supuestas irregularidades en la custodia de la droga, las investigaciones apuntan hacia alguno de los obreros que hicieron reformas en él.

Los albañiles fueron contratados por una empresa de construcción de la ...

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El titular del juzgado número 2 de Cambados ha citado a declarar a tres albañiles que realizaban reformas en el cuartel de la Guardia Civil de O Grove cuando desaparecieron unos 12 kilos de cocaína depositados en las dependencias y que había arrastrado el mar hasta un arenal del municipio, en agosto de 2008. Aunque el grave incidente puso en la picota a los mandos del cuartel por supuestas irregularidades en la custodia de la droga, las investigaciones apuntan hacia alguno de los obreros que hicieron reformas en él.

Los albañiles fueron contratados por una empresa de construcción de la localidad y dos de ellos ya declararon el lunes en el juzgado, citados por el juez del caso, Juan Carlos Carballal, que aún no ha cerrado la ronda de declaraciones en las diligencias previas. Uno de los tres sospechosos fue detenido en agosto, pero por el momento no hay ningún imputado.

La droga pertenecía a un alijo de más de tres toneladas que fue recuperado del mar en días sucesivos a la espectacular persecución de una lanzadera cuyos tripulantes tiraron el cargamento por la borda y se adentraron hasta la playa de A Lanzada, donde, después de incendiar la embarcación, huyeron de la Policía. Al cuartel de O Grove llegó un paquete de unos 20 kilos cuya destrucción quedó a la espera de la preceptiva orden judicial. El fardo, según las investigaciones, cambió de depósito en dos ocasiones. Cuando se iba a proceder a su pesaje definitivo para ser incinerado, se descubrió el robo. En un primer momento todo el cuartel fue puesto bajo sospecha, mientras se anunciaron medidas disciplinarias s contra el sargento y el cabo del puesto al mando de los 20 agentes uniformados. Después las sospechas se dirigieron hacia los albañiles.

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