Muerto a balazos ante la cárcel un preso por cuatro asesinatos
Dos acompañantes del reo pierden la vida en el tiroteo, junto a El Dueso
La puerta de la cárcel de El Dueso (Cantabria) se tiñó ayer de sangre. A las 9.40, un hombre se bajó del vehículo en el que viajaba con otra persona, se dirigió a una furgoneta aparcada en las inmediaciones del penal y acribilló a balazos a sus tres ocupantes: una mujer de 45 años y dos hombres de 55 y 43. Todos fallecieron.
Una de las víctimas, Tomás Ruiz, Tomasín, de 55 años, cumplía condena en El Dueso por cuatro homicidios cometidos en Santander en 1986. Había salido de la cárcel con un permiso, pero no regresó en el plazo establecido, informa Efe.
Tomasín estaba reclu...
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La puerta de la cárcel de El Dueso (Cantabria) se tiñó ayer de sangre. A las 9.40, un hombre se bajó del vehículo en el que viajaba con otra persona, se dirigió a una furgoneta aparcada en las inmediaciones del penal y acribilló a balazos a sus tres ocupantes: una mujer de 45 años y dos hombres de 55 y 43. Todos fallecieron.
Una de las víctimas, Tomás Ruiz, Tomasín, de 55 años, cumplía condena en El Dueso por cuatro homicidios cometidos en Santander en 1986. Había salido de la cárcel con un permiso, pero no regresó en el plazo establecido, informa Efe.
Tomasín estaba recluido en El Dueso, tras haber sido condenado como autor de dos delitos de asesinato y otros dos de homicidio. La Audiencia de Cantabria le impuso penas que sumaban 88 años de prisión.
El autor de los disparos y su acompañante se dieron a la fuga. La policía los seguía ayer buscando.
La principal hipótesis, según confirmó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, apunta a un "ajuste de cuentas" entre delincuentes. Los dos hombres fallecidos tenían antecedentes penales.
Por otra parte, dos personas fallecieron en otro tiroteo en Ogíjares (Granada). La Guardia Civil detuvo ayer al presunto autor de los disparos que acabaron, hacia las 14.30, con la vida de dos hermanos portugueses cerca de un restaurante en el polígono tecnológico de la localidad.
Según las primeras investigaciones, fueron desavenencias entre la mujer del detenido y otra vinculada a uno de los fallecidos las que desencadenaron una violenta discusión que terminó en tiroteo. El agresor y sus víctimas trabajaban en naves del polígono y se dedicaban a la venta de material textil.