No al juego sucio
Lo que tenga que salir del caso Gürtel saldrá. Una vez que se ha puesto en marcha una investigación judicial que ha alcanzado el desarrollo que ha alcanzado, no hay forma de impedir que todo lo que esté relacionado con la actuación de esa trama de corrupción, acabe conociéndose y acabe conociéndose de la forma en que debe serlo, a través de información obtenida con todas las garantías procesales que nuestra Constitución reconoce. Pues la diferencia que existe entre la información que estamos teniendo a partir de esta semana y la que teníamos antes a través de los medios de comunicación ...
Lo que tenga que salir del caso Gürtel saldrá. Una vez que se ha puesto en marcha una investigación judicial que ha alcanzado el desarrollo que ha alcanzado, no hay forma de impedir que todo lo que esté relacionado con la actuación de esa trama de corrupción, acabe conociéndose y acabe conociéndose de la forma en que debe serlo, a través de información obtenida con todas las garantías procesales que nuestra Constitución reconoce. Pues la diferencia que existe entre la información que estamos teniendo a partir de esta semana y la que teníamos antes a través de los medios de comunicación es que esta última procedía de la denuncia que formuló un concejal del PP ante la fiscalía, mientras que la que tenemos ahora procede de un sumario instruido bajo la dirección de un juez. Con lo cual se viene abajo el argumento del PP a lo largo de estos últimos meses de que se estaba violando el secreto del sumario. En el sumario había y hay mucho más, muchísimo más de lo que se ha conocido antes del levantamiento del secreto del mismo.
Quiero decir con ello que haría bien el PSOE en Andalucía en dejar que el caso Gürtel siguiera su curso sin ejercer ningún tipo de acusación ni directa ni indirectamente. Afortunadamente, el PSOE en Andalucía ha puesto en marcha políticas con las que puede dirigirse a los ciudadanos en positivo, que es lo que la democracia española más necesita en este momento. En otras comunidades autónomas su agenda política no puede no estar dominada por el caso Gürtel o por el caso Millet, porque cuando estallan casos de corrupción de esa envergadura, no es posible hablar de política sin que previamente se haya dado una respuesta a esas conductas corruptas. En Andalucía no tenemos ese problema, por más que el PP se empeñe en ensuciar nuestra vida política intentando establecer una comparación entre Mercasevilla y Matsa con Gürtel.
Aquí hay muchas cosas de las que hablar en positivo, como la aprobación por unanimidad en el Parlamento de la reforma del Reglamento de la Cámara que permite la delegación de voto o su ejercicio de forma telemática en casos de ausencia por maternidad, paternidad, adopción o en supuestos de enfermedad o incapacidad prolongadas, o la aprobación parlamentaria de la tramitación de la llamada Ley de Muerte Digna, que viene a hacer frente a un problema sobre el que cada vez existe mayor sensibilidad en nuestra tierra. O el inicio de la tramitación por parte del Gobierno de dos leyes llamadas a tener una importancia extraordinaria en la articulación interna de nuestra comunidad autónoma, como son la Ley de Autonomía Local de Andalucía y la Ley de Participación de los Entes Locales en los Tributos de la comunidad autónoma. O la decisión de hacer frente a un problema central como es el agua con la elaboración de un proyecto de ley, que previsiblemente será enviado al Parlamento para su discusión y aprobación próximamente. Y muchas más.
Aquí hay un programa de gobierno al que se está dando ejecución de manera ordenada y es a la explicación a la ciudadanía de ese programa a lo que el PSOE debería dedicarse de manera prioritaria y casi exclusiva. Del caso Gürtel que se ocupen quienes se tienen que ocupar y que se preocupen quienes se tienen que preocupar. En este momento es muy importante que los ciudadanos puedan distinguir entre lo que es hacer política y embarrar el campo para que no pueda disputarse el partido.
El PSOE no debe caer en la tentación del juego sucio, al que en cierta medida se le esté invitando. Hacer política en positivo es lo que requiere el momento y es a lo que un partido de gobierno debe dedicarse.