Reportaje:

Esperando a Barcelona y Madrid

Sólo Tenerife ha pedido organizar la final de la Copa Davis y el plazo para hacerlo acaba hoy

Rodeados de mozos uniformados, mientras un puñado de guardias de seguridad con pinganillo empiezan a organizar la salida de los tenistas del hotel Intercontinental, de Torrepacheco, tras las semifinales, los directivos de la federación española de tenis comienzan a discutir dónde se organizará la final de la Copa Davis, que enfrentará a España y la República Checa entre el 4 y el 6 de diciembre. No es una cuestión menor vistos los precedentes: hace un año, la elección de Madrid como sede de las semifinales contra Estados Unidos desencadenó un brutal enfrentamiento entre los jugadores y el pres...

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Rodeados de mozos uniformados, mientras un puñado de guardias de seguridad con pinganillo empiezan a organizar la salida de los tenistas del hotel Intercontinental, de Torrepacheco, tras las semifinales, los directivos de la federación española de tenis comienzan a discutir dónde se organizará la final de la Copa Davis, que enfrentará a España y la República Checa entre el 4 y el 6 de diciembre. No es una cuestión menor vistos los precedentes: hace un año, la elección de Madrid como sede de las semifinales contra Estados Unidos desencadenó un brutal enfrentamiento entre los jugadores y el presidente, Pedro Muñoz. Elegido José Luis Escañuela en su sustitución, los despachos deslizan un mensaje conciliador: "Los tenistas serán consultados y decidirán el cómo [arcilla a nivel del mar], pero no el dónde". El dónde, sin embargo, es ahora el problema: hoy, a las 20.00, se cierra el plazo para que las ciudades que quieren organizar la final presenten sus propuestas y la federación sólo ha recibido la de Tenerife, que querría probablemente llevarla a Arona pagando un millón de euros.

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La federación, contactada verbalmente o a través de mensajes de texto por Madrid, Barcelona, Las Palmas, Valencia o Málaga, deberá presentar su propuesta a la Internacional (ITF) antes del 10 de octubre. La que tiene al día de hoy obligaría a un salto mortal legislativo: Arona, escudándose en su buen tiempo, quiere organizar la final al aire libre. Eso está prohibido por la ITF. "Y nosotros", cuentan desde la española, "ya les hemos consultado y nos han dicho que no, que imposible. Habría que hacer un recurso".

La ITF pide que haya un aeropuerto internacional cerca, que el estadio tenga una capacidad mínima de 12.000 espectadores, que sea cubierto y situado en una ciudad principal. Eso, en España, tiene pocos nombres. Para la ITF, muy reacia a la propuesta de Las Palmas, sólo tres: Barcelona, Madrid y Valencia. Se espera que las dos primeras presenten su propuesta a última hora de hoy. La de Barcelona, dicen en la federación, será "muy firme", con el Palau Sant Jordi como recinto. Madrid, la opción defendida por Manuel Santana, ofrece la Caja Mágica y tiene dos enemigos formidables: que la capital haya perdido los Juegos de 2016 y que los tenistas -con la excepción de Fernando Verdasco, madrileño, y Feliciano López, toledano- renieguen de sus más de 600 metros de altura. A partir de hoy, con las candidaturas en la mano, Escañuela pasará consulta con Albert Costa, el seleccionador, y sus tenistas.

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