Reportaje:

Manual para ser un buen 'friki'

Una plaza de Lavapiés se convierte en punto de encuentro de 'zombies' y amantes del cine y los cómics de ciencia-ficción

"Estamos en el año 2009 después de Jesucristo. Todo el centro de Madrid está ocupado por los devotos de la Noche en Blanco... ¿Todo? ¡No! Una plaza poblada por irreductibles frikis resiste todavía y siempre al invasor".

Si ha entendido algo del anterior párrafo, introducción célebre en el mundo del cómic, quizá ya está preparado para adentrarse en el universo friki por su cuenta. Si no, puede tomar nota de algunos consejos de quienes se acercaron ayer por la noche a la plaza Agustín Lara, en el barrio de Lavapiés. Allí se organizaba la primera edición de la Fiesta del ...

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"Estamos en el año 2009 después de Jesucristo. Todo el centro de Madrid está ocupado por los devotos de la Noche en Blanco... ¿Todo? ¡No! Una plaza poblada por irreductibles frikis resiste todavía y siempre al invasor".

Si ha entendido algo del anterior párrafo, introducción célebre en el mundo del cómic, quizá ya está preparado para adentrarse en el universo friki por su cuenta. Si no, puede tomar nota de algunos consejos de quienes se acercaron ayer por la noche a la plaza Agustín Lara, en el barrio de Lavapiés. Allí se organizaba la primera edición de la Fiesta del Friki, que incluía una "kedada zombi", una representación bailada del videoclip Thriller, la proyección de Los cronocrímenes y numerosas casetas con puestos de maquillaje, tiendas de cómics y bebidas con nombres tales como Prision Break o Semen de Pitufo.

Pero empecemos por lo básico: ¿Qué hay que hacer para ser un friki? "Hay que ser fanático de algo no habitual", resume uno de ellos. Echando un vistazo a la plaza, plagada de muertos vivientes, heridos de bala y acuchillados -cortesía de la escuela de maquillaje Keltia-, encontramos unos cuantos ejemplos de "monstruitos" (sin ánimo de ofender, es la estricta traducción del inglés), de todas las edades.

En la carpa de los juegos de rol está Oscar, de 27 años, que cuando se le pregunta por qué ha acudido a la cita zombi de la noche, saca una pistola de juguete del bolsillo y responde: "Porque nunca se sabe si los muertos pueden rebelarse y ponerse las cosas feas". Una decisión, sin duda, de admirable heroísmo. Admite su fanatismo con ciertos reparos, aunque finalmente se confiesa: "sí, era uno de esos que se quedaba en casa antes que salir de marcha". En su caso, se debe especialmente a la ciencia-ficción española. "Creo que hay que reivindicarla", afirma. Y en eso tiene suerte, porque la película que se proyecta, Los cronocrímenes, es la primera cinta de Nacho Vigalondo, ese director que empezó haciendo un anuncio de gafas montado en un burro, se abrió camino en el género friki con su alabado cortometraje Código 7 y acabó nominado a un Oscar por otro corto en 2004.

Un poco más allá, al frente de una de las casetas de tiendas de cómics especializadas, está Servando, de 47 años, propietario de Generación X -12 sucursales y 15 años de vida- y friki reconocido "desde hace mucho tiempo". "Te tiene que gustar la cultura alternativa: el cine de serie B, el género de ficción, el de terror", explica, alegre de colaborar en esa otra cara de la noche de ayer, que rápidamente bautiza como "La Noche en Negro".

En el escenario, antes de la película, se espera a un grupo de cinco zombies profesionales que homenajearán al indispensable Thriller, de Michael Jackson. El baile acompaña a los trece minutos del terrorífico videoclip que sorprendió al mundo por sus efectos especiales y su coreografía zombi, allá por 1982. Los asistentes no se resisten a gritar a la vez que lo hace la chica a la que Jackson intenta seducir, cuando el cantante se transforma en hombre lobo.

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Pero antes de que los bailarines suban a escena, mientras dan los últimos retoques a sus trajes hechos jirones y a sus caras bañadas de sangre artificial, Diego, de ocho años, demuestra sus impresionantes dotes de moonwalker ante el público que ha hecho círculo para verle. Él, que no conoce la palabra friki, explica tras la actuación improvisada que le encanta el Rey del Pop y que le "da mucha pena que se haya muerto". "Canto un rato todos los días. Veo que hay muchos imitadores suyos y yo quiero ser uno de ellos", asegura, antes de lanzarse a entonar unas estrofas, con perfecto acento inglés, de su tema favorito: Billie Jean.

Desfile de zombies durante el Festival friki en la plaza de Agustín Lara de Lavapiés.SANTI BURGOS

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