Éxito apoteósico de Celso Albelo y Desirée Rancatore en 'I Puritani'

El canto de ambos protagonistas expresó el sábado en A Coruña el drama de I Puritani muy por encima de la dirección escénica de Alfonso Romero. Albelo venció todas las dificultades de su parte, una de las más arduas para tenor, y no sólo por sus extremadas notas sobreagudas. Las dio todas, incluso el terrible fa (cinco semitonos por encima del do de pecho) del dúo Vieni, vieni, lo que terminó por desatar la locura de un público ya lanzado por sus hazañas anteriores.

Desirée Rancatore también tuvo una gran actuación, pero su voz, bella en todos los registros, tiene un apoyo...

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El canto de ambos protagonistas expresó el sábado en A Coruña el drama de I Puritani muy por encima de la dirección escénica de Alfonso Romero. Albelo venció todas las dificultades de su parte, una de las más arduas para tenor, y no sólo por sus extremadas notas sobreagudas. Las dio todas, incluso el terrible fa (cinco semitonos por encima del do de pecho) del dúo Vieni, vieni, lo que terminó por desatar la locura de un público ya lanzado por sus hazañas anteriores.

Desirée Rancatore también tuvo una gran actuación, pero su voz, bella en todos los registros, tiene un apoyo algo irregular y de molesto sonido cuando ataca notas sobre la letra i, especialmente las iniciales de frase. Capitanucci hizo un Riccardo de voz rica en armónicos y muy buena expresión vocal. Marco Vinco expresó muy bien, vocal y teatralmente, toda la majestad de Giorgio. Trullu como Enrichetta, Carballido como Bruno y Feria como Gualterio cumplieron dignamente sus roles.

Marcello Panni luchó por lograr que la Coral Polifónica El Eco entrara a tiempo, sin lograrlo. No concertó bien el Suona la trompa del segundo y cuidó mal el equilibrio dinámico de la orquesta y el de ésta con cantantes y coro. La escenografía de Kristian-Klenk (escalera de caracol y trinchera con sacos terreros y alambradas) encorsetó todo el movimiento escénico. Aun así, Rancatore afrontó la aventura que es hoy cantar ópera con el bamboleo de la escalera y sus andanzas por la trinchera. La luminotecnia, de Merino, no aportó nada al drama.

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