"Me lo he peleado"

Xabi Alonso aterrizó ayer por la mañana en el aeropuerto de Barajas con cara de serenidad. El centrocampista español había dejado atrás un mes y medio de tensiones -las causadas por las tensas negociaciones entre Madrid y Liverpool- y una relación más bien difícil con Rafa Benítez. El año pasado éste intentó venderle a la Juve sin su consentimiento y este verano le cerró las puertas de salida. Más por mantener un pulso que por otra cosa porque, como aseguró ayer Benítez, Xabi le había pedido marcharse en mayo, con la Premier terminada y antes de viajar a Suráfrica con la selección para ...

Xabi Alonso aterrizó ayer por la mañana en el aeropuerto de Barajas con cara de serenidad. El centrocampista español había dejado atrás un mes y medio de tensiones -las causadas por las tensas negociaciones entre Madrid y Liverpool- y una relación más bien difícil con Rafa Benítez. El año pasado éste intentó venderle a la Juve sin su consentimiento y este verano le cerró las puertas de salida. Más por mantener un pulso que por otra cosa porque, como aseguró ayer Benítez, Xabi le había pedido marcharse en mayo, con la Premier terminada y antes de viajar a Suráfrica con la selección para la Copa Confederaciones. "Cuando terminó la temporada nos quedamos unos días allí entrenándonos. Fue cuando le comuniqué a Rafa mi decisión. Le dije que si había la posibilidad quería irme porque necesitaba un cambio y creía que me podía venir bien", explicó ayer el centrocampista en su primera rueda de prensa como jugador del Madrid.

"Xabi es el clásico jugador que aporta orden", dice el director de fútbol del club

A pesar de ello, Benítez dificultó todo lo que pudo los deseos del jugador de marcharse. Incluso llegó a castigarle dándole muy pocos minutos en los amistosos de pretemporada. La relación entre ambos nunca fue buena, aunque Xabi, un chico extremadamente educado, quiere demostrar todo lo contrario. "Sé que se ha hablado mucho al respecto. Hemos tenido una relación profesional, de jugador a entrenador..., pero sin ir más allá", comentó con ganas ya de olvidarse de sus últimos meses en Liverpool. "Me quedo con el resultado, no con lo que ha pasado. Ya estoy aquí. Tenía muchas ganas de que llegara este día. No sé si ha sido una pesadilla, tampoco tuve la certeza de que todo iba a solucionarse porque no soy adivino y no tenía todas las cartas. Yo quería irme, lo tenía decidido, y he peleado para que se respetara mi voluntad. La hice saber desde el principio", explicó. Quizás por eso el jugador fue recibido ayer en su primer entrenamiento en Valdebebas con una gran ovación. "He llegado un poco tarde e incluso me han aplaudido", confesó. Allí estaban sus compañeros de selección: Sergio Ramos, Casillas, Albiol y Arbeloa. Él se sonrojó un poco, luego se acercó a charlar con Van Nistelrooy y Mahamadou Diarra, que siguen trabajando aparte.

A 3.000 kilómetros de distancia, mientras, el Liverpool, su Liverpool, no tardó mucho en encontrarle un sustituto. El club inglés hizo ayer oficial el fichaje de Alberto Aquilani, joven centrocampista (25 años) del Roma y de la selección italiana. En el Madrid respiran tranquilos. Pellegrini y Valdano ya tienen al jugador que consideraban vital. El hombre encargado de armonizar el equipo. De hecho, Xabi, de 27 años y que ha costado unos 30 millones, es el primer medio de corte creativo que ficha el Madrid desde la salida de Makelele en 2003. "Para resumirlo en una palabra, Xabi es el clásico jugador que aporta orden", dice Miguel Pardeza, director de fútbol del club. "No necesita abarcar mucho campo para darle equilibrio táctico al equipo. Además, domina a la perfección la primera transición desde la defensa al ataque", continúa.

En la dirección deportiva sostienen que al donostiarra no le costará adaptarse al estilo del Madrid. Primero porque es un chico que vive de fútbol y segundo porque tiene recursos. "El Liverpool hacía un fútbol muy distinto al que va a hacer este Madrid. Era un equipo más acostumbrado a tener menos peso con el balón, y ahora tendrá que aumentar su participación y su ritmo en ese aspecto", dice Pardeza. "Es verdad que son dos estilos diferentes, pero mis características son las mismas... Tengo ganas de participar y me involucraré poco a poco", matizó Xabi. Su receta está clara: "el proyecto es apasionante. Ojalá que la mezcla de todos acabe creando un grupo compacto que sepa dar espectáculo y buen fútbol: son los ingredientes para conseguir títulos y resultados".