"Esta plata es un pequeño milagro"

Rafael Aguilar, de 47 años, tomó las riendas del waterpolo masculino tras los Juegos de Atenas en 2004. "Hemos trabajado muy duro desde entonces", explicó tras perder la final con Serbia. Cuando comenzó a liderar lo que entonces definió como "un nuevo ciclo olímpico", sólo pidió tiempo. Su ciclo duraba, en principio, hasta 2008. Por ahora, el cambio funciona: han subido tres veces al podio: en el Europeo de 2006 (bronce) y en los Mundiales de Melbourne 2007 (bronce) y Roma 2009 (plata).

Pregunta. ¿Cómo nació su amor por el waterpolo?

Respuesta. Mis primos y mis her...

Rafael Aguilar, de 47 años, tomó las riendas del waterpolo masculino tras los Juegos de Atenas en 2004. "Hemos trabajado muy duro desde entonces", explicó tras perder la final con Serbia. Cuando comenzó a liderar lo que entonces definió como "un nuevo ciclo olímpico", sólo pidió tiempo. Su ciclo duraba, en principio, hasta 2008. Por ahora, el cambio funciona: han subido tres veces al podio: en el Europeo de 2006 (bronce) y en los Mundiales de Melbourne 2007 (bronce) y Roma 2009 (plata).

Pregunta. ¿Cómo nació su amor por el waterpolo?

Respuesta. Mis primos y mis hermanos jugaban en Terrassa. Y por seguirlos a ellos me fui metiendo en este mundo.

P. ¿Qué se encontró cuando recibió la oferta de la selección?

"En España nuestro deporte es minoritario. Serbia e Italia nos triplican en licencias"

"El grupo está pensado para llegar en plena madurez a los Juegos de Londres"

R. Cuando acabaron los Juegos de Atenas, me ofrecieron el cargo confiando en mi experiencia por mi trabajo con los jugadores jóvenes que había entonces. Me preguntaron qué posibilidades veía de impulsar un cambio generacional importante para construir un equipo nuevo. Me lo pensé durante un mes y vi que realmente teníamos posibilidades si se me daban los medios de trabajo que queríamos. Se me confirmaron y acepté el reto.

P. ¿Y antes?

R. Había sido entrenador de base durante muchos años. Había entrenado a la categoría júnior de la selección. Y luego había formado parte del equipo de Barcelona 1992. Había estado entrenando a los chicos más jóvenes que luego se proclamaron subcampeones olímpicos. Después de los Juegos de Seúl 1988 se hizo una apuesta muy importante por el waterpolo. Se empezaron a concentrar jugadores jóvenes para formar una selección en el futuro y trabajando en la residencia Blume empecé a conocer a los futuros seleccionables.

P. ¿En qué posición se encuentra el waterpolo respecto a otros países?

R. Nuestro deporte en España es minoritario. Serbia, Italia, Hungría, Estados Unidos, Rusia, Grecia... Nos triplican y nos cuadruplican en número de licencias. Es una animalada. Nuestra plata es un pequeño milagro y consiste en trabajar con un equipo de alto rendimiento con una base muy pequeña. Tenemos la ventaja de que estamos muy concentrados en Madrid, Barcelona y Andalucía y así hacemos entrenamientos periódicos. Estamos muy cerca de los jugadores y esto nos permite tener una cercanía con ellos que otros no tienen. El seguimiento es más fácil.

P. ¿Cómo se forman grupos de trabajo tan eficientes?

R. Tenemos una escuela de tecnificación en Barcelona y en Madrid que trabajan con los mejores jugadores. A ella tienen acceso los jugadores y entrenadores de toda España. De ahí es donde salen la mayoría de los jugadores del equipo nacional. Ahora tenemos un proyecto para crear un centro piloto en Andalucía para poder tecnificar jugadores en una escuela estable.

P. ¿Qué similitudes hay con la sincronizada?

R. Es un caso parecido por el número de licencias. Lo que nos diferencia es que los técnicos están muy cualificados. Nuestros entrenadores están especialmente preparados para la competencia internacional.

P. ¿Cuál fue su mayor experiencia como jugador?

R. Estuve como tal en los Juegos de Los Ángeles 1984.

P. ¿Qué perspectivas tiene para Londres 2012?

R. No apuntamos tan sólo al oro. No estamos hablando del oro, sino de la gran élite y de la lucha por las medallas.

P. ¿En qué jugadores se apoyará?

R. Del grupo que tenemos aquí, por edad pueden estar llegando todos. Luego hay alguna excepción, como Iván Pérez. Pero el 80% del equipo actual va a llegar a Londres. El grupo está bastante cerrado, y está pensado para crecer y llegar en plena madurez a los Juegos de Londres.