El mal perder del Astana

Qué poca clase y qué mal perder demostró el equipo Astana con Lance Armstrong a la cabeza cuando subieron al pódium de París a recoger el premio por equipos en la etapa final del Tour, ocupando Alberto Contador el último lugar.

Por respeto al maillot amarillo, lo vista quien lo vista, el centro del grupo le correspondía al campeón, lugar que ocupó Armstrong en un gesto más de prepotencia.

Tanto el Astana y sobre todo Armstrong deberían saber que, incluso si no corriera Contador, él no hubiera ganado el Tour. Ahí están el 1m 13s del joven Andy Schleck que no fue capaz de re...

Qué poca clase y qué mal perder demostró el equipo Astana con Lance Armstrong a la cabeza cuando subieron al pódium de París a recoger el premio por equipos en la etapa final del Tour, ocupando Alberto Contador el último lugar.

Por respeto al maillot amarillo, lo vista quien lo vista, el centro del grupo le correspondía al campeón, lugar que ocupó Armstrong en un gesto más de prepotencia.

Tanto el Astana y sobre todo Armstrong deberían saber que, incluso si no corriera Contador, él no hubiera ganado el Tour. Ahí están el 1m 13s del joven Andy Schleck que no fue capaz de remontar. Sin la generosidad y el sentido de equipo de Contador que en la subida al Mont Ventoux marcó en todo momento a Schleck impidiendo que se les uniera su hermano Frank, entonces tercero en la general.

Si la etapa no se desarrolla así, Armstrong no hubiera pisado el pódium. Gracias, Alberto Contador, por el espectáculo que nos has ofrecido y por la magnífica persona que eres. Que nada te cambie.