Mireia se hunde

Empiezan las carreras y, como de costumbre, el equipo de España vuelve a mostrar su faceta desastrada. Ayer, en la atmósfera brumosa y caliente de la piscina del Foro Itálico, Mireia Belmonte fue la primera víctima de los nuevos brotes de conflicto en el seno de la federación española. La nadadora de Badalona se tiró a la serie de 200 estilos sin convicción. En una prueba que cada vez dominan más los velocistas, fue la última en reaccionar. Esto no es nuevo en Mireia. Lo novedoso es que no remontó. Hizo un primer 50 de mariposa tragando el oleaje de sus rivales y se hundió en el parcial de esp...

Empiezan las carreras y, como de costumbre, el equipo de España vuelve a mostrar su faceta desastrada. Ayer, en la atmósfera brumosa y caliente de la piscina del Foro Itálico, Mireia Belmonte fue la primera víctima de los nuevos brotes de conflicto en el seno de la federación española. La nadadora de Badalona se tiró a la serie de 200 estilos sin convicción. En una prueba que cada vez dominan más los velocistas, fue la última en reaccionar. Esto no es nuevo en Mireia. Lo novedoso es que no remontó. Hizo un primer 50 de mariposa tragando el oleaje de sus rivales y se hundió en el parcial de espalda. Llegó tarde al meridiano de la carrera y en el parcial de braza no pudo sacar partido de su estilo más fuerte. Terminó séptima en su serie, y 22ª en la clasificación final con un tiempo de 2m13,75s. Un naufragio. Un fracaso para una nadadora que el año pasado fue campeona de Europa en esta misma prueba, con un tiempo de 2m 11,16s.

Mireia parecía un pollo mojado. Desvalida, agitada, nerviosa, tuvo que hacer un esfuerzo por dominar sus nervios cuando explicó su penosa experiencia: "No me he sentido bien", dijo; "no sé lo que me ha pasado. Me cuesta entrar en las competiciones. He estado fría. Me ha perjudicado venir a Roma sin mi entrenador pero no quiero poner esto como excusa". No pudo continuar hablando. Le faltaba el aire. La dominaba la angustia. La nadadora de Badalona es la perla de la expedición. En categoría femenina no hay una española más completa. Pero sólo tiene 19 años y, como la gran mayoría de los nadadores, ha tejido lazos afectivos y profesionales muy sólidos con su entrenador, Carles Subirana. El caso es que Subirana se quedó en España. Según su versión, nadie en la federación le ha explicado las causas de su apartamiento. El resultado es que Mireia ha preparado el Mundial sin su mayor apoyo moral y técnico. Al parecer, la federación quiere prescindir de Subirana para poner a la nadadora en manos del australiano Michael Piper.

El hundimiento de Mireia Belmonte vuelve a coincidir con una gran cita internacional. En los Juegos de Pekín tampoco hizo sus mejores tiempos. "No ha sido tan grave", dijo Luis Villanueva, el director técnico de España; "las pruebas que ha preparado Mireia son el 200 estilos y el 200 mariposa".