El PP encara una inesperada encrucijada

El PSE-EE no espera "ninguna salida de pata de banco" en la reunión que mañana abordará la dirección del PP del País Vasco, una vez conocida la inviabilidad, "por ahora", de una moción de censura en la Diputación de Álava. Eso sí, los socialistas comprenden el "cabreo" de los populares, sobre todo alaveses, al quedarse sin "el trofeo político" que más anhelaban cuando suscribieron el apoyo a la investidura de Patxi López como lehendakari. Por eso, esperan que a partir de ahora aprieten "más las clavijas".

El PP
ha visto cómo la propuesta del PNV ha dado alas definit...

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El PSE-EE no espera "ninguna salida de pata de banco" en la reunión que mañana abordará la dirección del PP del País Vasco, una vez conocida la inviabilidad, "por ahora", de una moción de censura en la Diputación de Álava. Eso sí, los socialistas comprenden el "cabreo" de los populares, sobre todo alaveses, al quedarse sin "el trofeo político" que más anhelaban cuando suscribieron el apoyo a la investidura de Patxi López como lehendakari. Por eso, esperan que a partir de ahora aprieten "más las clavijas".

El PP ha visto cómo la propuesta del PNV ha dado alas definitivas a los ya reticentes socialistas alaveses para huir de la moción de censura. Pero a su líder, Antonio Basagoiti, al igual que dejó traslucir Mariano Rajoy, realmente le preocupa que el PSE vuelva a "escuchar complacido", dicen, los cantos de sirena nacionalistas. Porque intuyen, con cierta lógica, que "la música que ha puesto el PNV le gusta a gente como Zapatero, ya que le da una estabilidad de la que ahora carece y se vuelve a tiempos anteriores que ya conocen, con apoyos en Madrid y aquí [Vitoria]".

Sin embargo, desde el Gobierno vasco aplacan "convencidos" toda inquietud que pueda surgir en el PP y aseguran que "no hay viraje alguno", porque el cambio político firmado en el País Vasco "tiene un anclaje seguro y así va a seguir".

El PNV, una vez evitada la moción de censura en Álava, no entra en el debate, alegando que "no sabemos qué tienen firmado" el PSE y el PP. De manera jocosa, un miembro del EBB dice que "nuestras únicas informaciones sobre las que nos vamos enterando por Basagoiti".

En realidad, los jeltzales saben que han colocado al PP en una situación muy complicada, que jamás imaginaron cuando suscribieron el acuerdo con los socialistas. De entrada, Basagoiti se va a encontrar con la presión insistente de Alfonso Alonso y su influyente caladero electoral alavés, cuando, en realidad, al líder del PP y a muchos otros dirigentes de su formación les preocupa "mucho más" ensanchar "su implantación en Euskadi" que dar una idea de "ambición desmedida" por Álava.

A su vez, después de haber rentabilizado, "sobre todo en el resto de España", su contribución al cambio en el País Vasco, el PP teme que si fuerza la máquina negando el apoyo presupuestario al PSE porque éste coge la mano tendida del PNV ya nadie se acuerde de él.

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