Alonso patina

El cielo jugó ayer un papel trascendental en el desarrollo de la clasificación del Gran Premio de Alemania. Es lo que suele ocurrir cuando la lluvia aparece de forma intermitente y beneficia a unos pero perjudica a otros. Mark Webber encontró motivos de celebración, porque a sus 32 años consiguió la primera pole de su vida en la F-1. Su tiempo no fue estratosférico (1m 32,2s), pero tuvo el mérito de conseguirlo en el último suspiro de la última sesión, utilizando los neumáticos lisos justo cuando la pista estaba prácticamente seca. Lo mismo hicieron los dos Brawn, que permitieron a Barr...

El cielo jugó ayer un papel trascendental en el desarrollo de la clasificación del Gran Premio de Alemania. Es lo que suele ocurrir cuando la lluvia aparece de forma intermitente y beneficia a unos pero perjudica a otros. Mark Webber encontró motivos de celebración, porque a sus 32 años consiguió la primera pole de su vida en la F-1. Su tiempo no fue estratosférico (1m 32,2s), pero tuvo el mérito de conseguirlo en el último suspiro de la última sesión, utilizando los neumáticos lisos justo cuando la pista estaba prácticamente seca. Lo mismo hicieron los dos Brawn, que permitieron a Barrichello ser segundo y a Button, tercero, por delante del segundo Red Bull, el de Vettel.

Otros, en cambio, sufrieron por los bruscos cambios de tiempo. Fue el caso de Kubica, al final de la primera sesión, y de Fernando Alonso en la segunda. El asturiano estaba marcando un buen tiempo en su último intento, cuando encontró un tramo de pista mojada e hizo un trompo. No tenía ya tiempo de cambiar los neumáticos y quedó apeado y relegado a la 12ª posición de la parrilla. Es la primera vez en 27 carreras que está por detrás de su compañero de equipo, Nelsinho Piquet -décimo-, en la clasificación. "Si no pasa nada, si no hay lluvia o no ocurren incidencias, estaremos fuera de los puntos", aseguró el doble campeón mundial. "Pero no pierdo la esperanza. El coche funcionó bien y nos permitió marcar el segundo tiempo en la primera sesión. Después tuve mala suerte. Pero un golpe de suerte puede ayudarte en la carrera, todo puede cambiar".

Lo que parece incuestionable es que la victoria volverán a disputársela las dos escuderías que lideran el Mundial: Brawn y Red Bull. Las estrategias de los dos equipos son radicalmente opuestas. Los Brawn llevan 20 kilos menos de combustible que los Red Bull, lo que significa que las prestaciones de estos últimos son muy superiores porque estuvieron prácticamente en los mismos tiempos. McLaren, que remodeló todo su coche para esta carrera, y Ferrari quedan a la expectativa. Los demás, incluido Alonso, han optado por cargar sus depósitos ante la incertidumbre del tiempo y las previsiones de lluvia.