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No basta con el enfado: tiene que producirse una reacción más contundente por parte de Griñán para manifestar el malestar existente en la Junta con el nuevo modelo de Financiación Autonómica que está fraguando el Gobierno central. Ni siquiera cabe esperar a la reunión prevista, esta semana, entre la Consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo y el Secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña puesto que este encuentro tiene un carácter meramente técnico, al menos, así lo consideran en Madrid, hasta el punto de que no quieren foto ni prensa que de testimonio de dicho encuentro. La sorprenden...

No basta con el enfado: tiene que producirse una reacción más contundente por parte de Griñán para manifestar el malestar existente en la Junta con el nuevo modelo de Financiación Autonómica que está fraguando el Gobierno central. Ni siquiera cabe esperar a la reunión prevista, esta semana, entre la Consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo y el Secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña puesto que este encuentro tiene un carácter meramente técnico, al menos, así lo consideran en Madrid, hasta el punto de que no quieren foto ni prensa que de testimonio de dicho encuentro. La sorprendente inopia en la que parece estar el gobierno andaluz, "quiero conocer todos los datos", vino a decir el presidente, contrasta con la alegría que trasciende hasta en el mismo presidente de la Generalitat, José Montilla, quien no se caracteriza, precisamente, por ser un "cascabel". Se les ve contentos e, incluso, ya están preparando a la opinión pública catalana para que acepten un sistema que va a satisfacer sus principales demandas. ¿Cómo es posible, por tanto, que aquí se desconozcan detalles y cifras y, sin embargo, en otros territorios estén ya a punto de celebrarlo por todo lo alto?

Pase lo que pase al final, sólo por este mal trato dado a Andalucía alguien se merece ya una seria reprobación. Máxime cuando nuestra comunidad fue la primera en plantear su propuesta que sirvió, además, a Solbes de principal referencia. La lealtad demostrada en este caso de poco ha servido, por lo menos, hasta ahora. Y todo hace indicar que habrá que conformarse con soportar esta incertidumbre hasta el jueves o viernes momento en el que se considera que el Ejecutivo central enviará ya su modelo por escrito tras las consultas evacuadas. Lástima que en la presión legitima que ha de ejercerse desde Andalucía no cuente con el respaldo debido de todas las fuerzas políticas a pesar de existir un acuerdo en este sentido en el Parlamento, el mismo que Griñán entregó a Zapatero en La Moncloa. También lastra, tal y como aquí se apuntó, el concepto de la Deuda Histórica, asunto que otros emplean para dar a entender que, con su liquidación, Andalucía ya tiene bastante. Lo cierto es que a tenor de los signos que nos llegan, dado que cifras no hay, debemos ir preparándonos para lo peor, esto es, que Andalucía se quede fuera del nuevo sistema. Puede, entonces, que Zapatero haya cerrado y solventado la llamada "cartera catalana" pero no tendrá más remedio que, seguidamente, abrir "la cartera andaluza."