Columna

Cinco reflexiones: de Pau a Fran

- 1. Lo de Pau Gasol. Sin entrar en la extrañeza de las formas (anuncio que no lo fue, confirmación a la espera), lo importante es que parece decidido a afrontar el asalto al objetivo que le queda para completar un palmarés difícilmente igualable. Esto demuestra varias cosas. Que está de subidón, y no es de extrañar, pues nada carga más las pilas que ganar. Que los grandes deportistas son incapaces de darse por satisfechos y nunca se dejan llevar por la autocomplacencia. Que a la gente genuinamente competitiva las derrotas importantes, como la de la final de Madrid, no se les olvidan nunca. Y...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

- 1. Lo de Pau Gasol. Sin entrar en la extrañeza de las formas (anuncio que no lo fue, confirmación a la espera), lo importante es que parece decidido a afrontar el asalto al objetivo que le queda para completar un palmarés difícilmente igualable. Esto demuestra varias cosas. Que está de subidón, y no es de extrañar, pues nada carga más las pilas que ganar. Que los grandes deportistas son incapaces de darse por satisfechos y nunca se dejan llevar por la autocomplacencia. Que a la gente genuinamente competitiva las derrotas importantes, como la de la final de Madrid, no se les olvidan nunca. Y que su presencia confirma su compromiso con un grupo maravilloso en el que el factor humano es tan potente que juntarse les resulta irresistiblemente atractivo desde todos los ángulos posibles.

Más información

- 2. Los recambios. En una lista casi cantada por historial, lesiones y ausencias anunciadas, quedaba confirmar el relevo de Calderón y Jiménez. Scariolo ha optado por recuperar a Cabezas, buscando un registro más pausado del que poseen Ricky Rubio o Raúl López (esta cuestión habrá resultado capital ante la alternativa de Sergio Llull, más parecido a los otros dos), y por Claver, un invitado habitual al que le está costando más de lo previsto romper como jugador. Igual se habría quedado otra vez a las puertas de no ocurrir el punto siguiente.

- 3. Lo de Fran Vázquez. Nada resulta más vago que las razones personales sin determinar. Ninguna de las partes ha ido más allá, lo que provoca rumores. Aparte las elucubraciones sobre la falta de sintonía entre Fran y los poderes fácticos del equipo, se pierde una pieza aprovechable. Pero Vázquez y la selección tienen difícil enganche.

- 4. La España de Scariolo. Después de la autogestión de Pepu Hernández y el efectivo intrusismo de Aíto, falta conocer cómo va a gestionar el italiano al colectivo. No hay dudas sobre sus capacidades técnicas y tampoco tiene que crear estilo, pues los jugadores lo llevan incorporado en su ADN, pero no sólo de tácticas vive un equipo. Mantener el equilibrio entre una concentración relajada para que los jugadores respiren y a la vez intensa para que lleguen en buenas condiciones al campeonato resulta un ajuste fino. De todas formas, este grupo, con entrenadores afines y con otros no tanto, ha demostrado que nunca pierde el foco principal: mantenerse unidos para buscar la gloria.

- 5. Gracias, Holden. Ya lo dice el refrán, no hay mal que por bien no venga. Seguro que, si España hubiese sido campeona de Europa en Madrid contra Rusia en 2007, la lista no sería la misma. Por eso hay que agradecer a Holden su canasta, ya que nos va a permitir disfrutar un año más y casi al completo de un equipo superlativo.

Archivado En