"Es la segunda mayoría en 90 días"

Fue en el primer día de la campaña. Mariano Rajoy regresó al lugar del mitin final de las autonómicas para tomar impulso en las europeas, su penúltimo test interno en el partido. Desde Ourense, junto a Baltar, expuso el ejemplo del Gobierno incipiente de Feijóo. Y advirtió que eso es exactamente lo que votaría Galicia en los comicios. El propio presidente de la Xunta planteó las elecciones, el pasado viernes, en el cierre de campaña en Vigo, como una reválida del "movimiento del primero de marzo: el de la verdad, la austeridad y la libertad".

En esos términos había planteado el PP las e...

Fue en el primer día de la campaña. Mariano Rajoy regresó al lugar del mitin final de las autonómicas para tomar impulso en las europeas, su penúltimo test interno en el partido. Desde Ourense, junto a Baltar, expuso el ejemplo del Gobierno incipiente de Feijóo. Y advirtió que eso es exactamente lo que votaría Galicia en los comicios. El propio presidente de la Xunta planteó las elecciones, el pasado viernes, en el cierre de campaña en Vigo, como una reválida del "movimiento del primero de marzo: el de la verdad, la austeridad y la libertad".

En esos términos había planteado el PP las elecciones. Y la noche le salió redonda a Feijóo. Con el 50,67% de los sufragios, el porcentaje de voto de los populares crece en 3,5 puntos desde las autonómicas y en 2 si se compara con las europeas de 2004. Con esos registros se presentó Feijóo, 65 noches después de su victoria, ante las cámaras. Exultante, agradeció a los gallegos "la segunda mayoría absoluta en 90 días". "Objetivo cumplido. Inapelable", se prodigó el líder del PP: "Tenemos más votos que PSOE y BNG juntos", insistió para recordar que el resultado mejora con mucho el de las gallegas. Flanqueado por su número dos, Alfonso Rueda, y el candidato Francisco Millán Mon, lanzó un triple mensaje. El primero a la sociedad gallega, "que dio el triunfo a la unión frente a la división y la provisionalidad" de socialistas y nacionalistas . Y otro en clave nacional, porque en opinión de Feijóo también España inició ayer "el cambio de Gobierno". El tercer aviso fue para los enemigos que Rajoy tiene dentro del PP. "Es su segunda victoria en 90 días, supongo que su liderazgo es incuestionable", proclamó.

Hubo todavía una cuarta frase significativa, tal vez dirigida a los conselleiros de su Gobierno (sólo Agustín Hernández se dejó ver en la sede del PP). "La confianza ha de ser correspondida con más trabajo, más responsabilidad y más rigor", reivindicó. En el conjunto de Galicia, el PP obtiene unos resultados espectaculares. En Ourense mantiene el 55,12% de los votos, pese a los escándalos protagonizados por el presidente provincial, José Luis Baltar, y los problemas en los tribunales del superdelegado Rogelio Martínez. En Lugo, el partido también recoge más de la mitad de los sufragios, el 53,77%. En los feudos de Pontevedra y A Coruña casi calca los resultados (49,15% y 49,14%).

La celebración fue discreta. Nada de champán. Sólo unos cuantos refrescos. Durante la tarde, la sede había estado casi desierta. Sin ambiente en los pasillos, sólo el personal de confianza esperando resultados. Ni siquiera la número 11 en la candidatura, Carmen Fraga, acudió al cuartel general. Prefirió aguardar en casa. A la hora de los pinchos, media docena de simpatizantes se arrancaron con el "Zapatero, dimisión" que se coreaba en Génova. Nadie les siguió. Estaba a punto de llegar el líder. Y además, había periodistas en la sala