El socio del fontanero de L'Alcora confiesa el crimen

Fallecido y homicida discutieron por una deuda por droga

Una pelea por desavenencias económicas relacionadas con temas de droga fue el origen de la violenta discusión que acabó con la muerte, el 22 de abril, de un fontanero, Adrián S., de 24 años, en la localidad castellonense de L'Alcora. El martes, la Guardia Civil detuvo al socio de Adrián, después de que este confesara la autoría del crimen. Tras más de 15 días de pesquisas, los agentes citaron de nuevo al socio para un nuevo careo con los investigadores. Los agentes habían detectado detalles en la declaración del ahora detenido que no coincidían con la realidad. Durante el careo, después de que...

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Una pelea por desavenencias económicas relacionadas con temas de droga fue el origen de la violenta discusión que acabó con la muerte, el 22 de abril, de un fontanero, Adrián S., de 24 años, en la localidad castellonense de L'Alcora. El martes, la Guardia Civil detuvo al socio de Adrián, después de que este confesara la autoría del crimen. Tras más de 15 días de pesquisas, los agentes citaron de nuevo al socio para un nuevo careo con los investigadores. Los agentes habían detectado detalles en la declaración del ahora detenido que no coincidían con la realidad. Durante el careo, después de que los agentes desmontaran sus argumentos, el socio del fallecido confesó la autoría del homicidio.

Durante la investigación, la Guardia Civil había interrogado a personas de su entorno con el fin de determinar el motivo de la muerte violenta e identificar a su autor. Entre otros, interrogaron a su socio, que hasta el martes no se declaró culpable. Según fuentes del caso, la pelea se inició por motivos económicos, al parecer, por el destino de un dinero del negocio que debía usarse para gastos normales y que finalmente se destinó al pago de cocaína.

Además de la autoría del crimen, el detenido confesó el lugar en el que se encontraba el arma y condujo a la Guardia Civil hasta una vivienda de Mas de Flors, donde tenía escondidas dos grandes herramientas, parecidas a dos llaves inglesas, los efectos personales de la víctima sustraídos en el momento de la muerte, así como la cocaína que éste tenía dispuesta para su venta. También se hallaron prendas ensangrentadas.

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