Reportaje:

De exportador de ajos a copista del Prado

Manuel Romero muestra en Sevilla sus copias de Velázquez y Murillo

Manuel Romero, cordobés de 53 años y uno de los 15 copistas oficiales que trabajan actualmente en el Museo del Prado, ha llegado al arte por uno de los caminos más insospechados. Este hombre, que vive en Santaella y se dedicaba a exportar ajos a Alemania, Bélgica y Holanda, se matriculó en 2003 en la Facultad de Bellas Artes de Granada para animar a sus dos hijos a estudiar una carrera.

Durante cuatro años recorrió 400 kilómetros diarios para acudir todas las tardes a sus clases de Bellas Artes. Además de terminar la carrera un año antes con muy buenas calificaciones y de conseguir su o...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Manuel Romero, cordobés de 53 años y uno de los 15 copistas oficiales que trabajan actualmente en el Museo del Prado, ha llegado al arte por uno de los caminos más insospechados. Este hombre, que vive en Santaella y se dedicaba a exportar ajos a Alemania, Bélgica y Holanda, se matriculó en 2003 en la Facultad de Bellas Artes de Granada para animar a sus dos hijos a estudiar una carrera.

Durante cuatro años recorrió 400 kilómetros diarios para acudir todas las tardes a sus clases de Bellas Artes. Además de terminar la carrera un año antes con muy buenas calificaciones y de conseguir su objetivo -sus hijos terminaron Magisterio-, Manuel Romero ha descubierto su verdadera pasión: el Barroco.

El artista cordobés utiliza las técnicas y pigmentos del Barroco

"Desde el primer año de la carrera mis profesores de la Universidad me avalaron para que pudiera entrar como copista oficial en el Museo del Prado. Me encanta Velázquez, las tonalidades del Barroco, sus pigmentos", asegura el artista que muestra 17 de sus copias de grandes maestros en el hotel Alfonso XIII de Sevilla. Manuel Romero, perito mercantil e hijo de inmigrantes, vivió en Bélgica hasta los 14 años y eso lo ha convertido en un infatigable emprendedor. "Yo siempre había pintado, pero de forma autodidacta, ponerme delante de los lienzos de Velázquez y copiarlos usando sus mismas herramientas y manejando ya ciertos conocimientos ha sido otra cosa", explica Romero.

El triunfo de Baco -Los borrachos como lo conoce todo el mundo- y Las hilanderas, ambos de Velázquez; El buen pastor, de Murillo, o uno de los sobrios bodegones de Zurbarán, son algunas de las obras que presenta el artista cordobés tras pasar innumerables jornadas ante estas obras maestras del Prado para hacer copias oficiales, aquellas certificadas por la pinacoteca que se realizan con la pintura original como modelo y, generalmente, miden entre 10 y 15 centímetros menos que el original.

Entre las piezas que presenta en Sevilla pueden verse también copias literales, realizadas siguiendo reproducciones de la obra, como El aguador de Sevilla y La vieja friendo huevos, los dos de Velázquez, o Niño espulgándose, una obra de Murillo que está en el Museo del Louvre (París).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Julio Romero de Torres es otro de sus artistas favoritos y en la muestra puede verse La Fuensanta, la famosa pintura que ilustraba los billetes de 100 pesetas, y que ahora pertenece a una colección particular inglesa. Junto a ella aparecen otras que sí han permanecido en el Museo Julio Romero de Torres, en Córdoba, en el que el otro Romero ha sido el primer copista oficial.

Sobre la firma

Archivado En