Detenido un hombre por la muerte a tiros de dos personas en su finca
Un nuevo crimen sacude a la Costa del Sol. Sobre las 22.30 del pasado sábado, dos hombres, todavía sin identificar, fallecieron a tiros de escopeta de caza en Alhaurín de la Torre (Málaga). Las víctimas del tiroteo, de origen suramericano y que iban armadas cada una con una pistola, fueron abatidas en el interior de la finca Los Naranjos, situada en la carretera que une la barriada malagueña de Churriana con el municipio de Cártama. Fue el mismo dueño de la parcela, Manuel A. H., de nacionalidad española, quien se encargó de avisar a la Guardia Civil de la mortal refriega. Los investigadores d...
Un nuevo crimen sacude a la Costa del Sol. Sobre las 22.30 del pasado sábado, dos hombres, todavía sin identificar, fallecieron a tiros de escopeta de caza en Alhaurín de la Torre (Málaga). Las víctimas del tiroteo, de origen suramericano y que iban armadas cada una con una pistola, fueron abatidas en el interior de la finca Los Naranjos, situada en la carretera que une la barriada malagueña de Churriana con el municipio de Cártama. Fue el mismo dueño de la parcela, Manuel A. H., de nacionalidad española, quien se encargó de avisar a la Guardia Civil de la mortal refriega. Los investigadores detuvieron a este individuo como supuesto autor de ambas muertes.
Hace casi un año, concretamente el 30 de abril de 2008, Lucía Guerrero, de 49 años y ex esposa del ahora detenido, fue encontrada muerta flotando en la piscina de la misma finca donde se produjo el doble crimen del sábado. La mujer, que había presentado al menos una denuncia por amenazas contra Manuel, presentaba un fuerte golpe en la cara y un corte en el cuello. El ex marido fue interrogado y quedó en libertad tras comprobarse que tenía una coartada. Manuel A. H. dijo que en el momento de producirse el crimen contra su antigua pareja, él se encontraba en Ronda, a unos 90 kilómetros.
Tienda de animales
Tras la denuncia y la separación de la pareja, el juez decretó que la mujer conservara la vivienda y la custodia de la hija de ambos, que tenía 13 años cuando su madre fue encontrada muerta. El hombre pudo seguir regentando el negocio de venta de animales exóticos situado en la misma finca. Al no haber orden de protección ni de alejamiento, Manuel A. H. podía entrar y salir a su antojo de la parcela.
El sábado por la noche, tras recibir la llamada telefónica de Manuel A. H., la Guardia Civil envió al lugar agentes del cuartel de Alhaurín y desplazó desde Málaga a miembros de la policía científica para determinar si hubo intercambio de disparos entre las víctimas y el presunto autor de las muertes, según el diario Sur.
Los cadáveres, que no tenían ningún tipo de documentación, fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Málaga para que se les practicara la autopsia.