Inocentada digital
El periódico The Guardian celebró ayer el Día de los Inocentes anglosajón con una polémica broma gremial. Como sumándose a la triste lista de necrológicas que produce la actual crisis en la prensa escrita, anunció que dejaba de publicar su edición impresa y que todas las noticias de su redacción podrían leerse en Twitter, el popular sitio de miniblogs que permite colgar mensajes con un máximo de 140 caracteres.
El diario anunciaba asimismo que empezaba a trabajar para adaptar su centenario archivo a las estrecheces redaccionales que impone Twitter. Incluso daba mues...
El periódico The Guardian celebró ayer el Día de los Inocentes anglosajón con una polémica broma gremial. Como sumándose a la triste lista de necrológicas que produce la actual crisis en la prensa escrita, anunció que dejaba de publicar su edición impresa y que todas las noticias de su redacción podrían leerse en Twitter, el popular sitio de miniblogs que permite colgar mensajes con un máximo de 140 caracteres.
El diario anunciaba asimismo que empezaba a trabajar para adaptar su centenario archivo a las estrecheces redaccionales que impone Twitter. Incluso daba muestras de cómo podría contarse la invasión de Polonia por parte de Hitler en este escueto estilo. El inventor de la guasa puede haber tenido distintas intenciones. Una, reivindicar que el periodismo no puede basarse únicamente en telegramas. La plataforma de Twitter ha cobijado espléndidos ejemplos de periodismo ciudadano. Allí fue donde, por ejemplo, se pudieron leer los primeros testimonios del ataque terrorista a Bombay el pasado noviembre. Turistas escondidos en su habitación enviaban por el móvil avisos sobre los movimientos de los asaltantes de su hotel. Los periodistas llegaron mucho más tarde.
Pero una cosa es saber lo que pasa y otra comprenderlo. La cultura snack, de bocados, interpreta el mundo a medias.
Otro trasfondo de la broma podría estar en parodiar el desconcierto que existe en la industria y la profesión periodística ante el horizonte digital. La historia reciente está llena de pruebas y errores y existir como medio profesional sólo en Twitter sería uno de los gordos.
Claro que, a lo mejor, el redactor de esta inocentada -que terminaba augurando la liquidación de Twitter en unas semanas a manos de una red social "telepática"- quizá tenía en mente una sarcástica escena del filme Men in black. Los agentes de aduanas norteamericanos, que controlan la inmigración extraterrestre cuya existencia ignoran los ciudadanos, compran los diarios de noticias inventadas porque allí, aseguran, encuentran las únicas pistas verosímiles sobre lo que ocurre con las idas y venidas de marcianos.