Getafe, capital del contenedor quemado
Una treintena de cubos de basura ha ardido en menos de tres semanas
El incendio intencionado de ocho contenedores de basura trajo de cabeza a los bomberos de Getafe durante la madrugada del jueves. Las llamas provocaron importantes desperfectos en cinco vehículos y media docena de viviendas y locales comerciales. La policía sospecha de un hombre de unos 55 años de edad y problemas mentales a quien se buscaba ayer en la ciudad.
El Ayuntamiento calificó ayer estos hechos de "aislados", si bien los datos registrados en las últimas semanas parecen desmentirlo. Según confirmó un portavoz del parque de bomberos de la localidad, desde el pasado día 8 de marzo ...
El incendio intencionado de ocho contenedores de basura trajo de cabeza a los bomberos de Getafe durante la madrugada del jueves. Las llamas provocaron importantes desperfectos en cinco vehículos y media docena de viviendas y locales comerciales. La policía sospecha de un hombre de unos 55 años de edad y problemas mentales a quien se buscaba ayer en la ciudad.
El Ayuntamiento calificó ayer estos hechos de "aislados", si bien los datos registrados en las últimas semanas parecen desmentirlo. Según confirmó un portavoz del parque de bomberos de la localidad, desde el pasado día 8 de marzo han ardido hasta 30 contenedores de residuos. De hecho, el aumento de estos incendios coincide con la instalación en la ciudad de nuevos cubos de basura, más grandes que los anteriores y que han provocado el rechazo de parte de los vecinos.
La última oleada de incendios comenzó sobre las dos de la madrugada del jueves. El fuego arrasó dos contenedores, una furgoneta y un turismo y causó destrozos en los cristales de una oficina y de las dos viviendas más cercanas. Apenas unos minutos más tarde se declaró otro incendio en otra calle a unos 50 metros, donde las llamas afectaron a dos cubos más.
Pero el rastro del fuego no acabó ahí. Pasadas las dos y media de la madrugada se producía un tercer incendio no muy lejos de los anteriores. Las llamas reventaron los cristales de un portal cercano y de una tienda de ropa. Afectó a dos coches más. El cuarto foco se registró media hora después. Según fuentes policiales, en todos los casos se utilizó líquido disolvente para acelerar la propagación de las llamas.