"Se juzga por el rendimiento"

Juande Ramos es comedido. Nunca una palabra fuera de lugar, nunca un grito. Es como si, después del ciclón Schuster, en Chamartín se hubiese materializado la tranquilidad. Frases correctas, quizás estudiadas. Un discurso preparado para no dejar en evidencia a nadie. El técnico manchego siempre habla del equilibrio, del colectivo, de los meritos que hay que repartir y no individualizar, de los goles o de los fallos, que son de todos. Nunca se deja llevar por la emoción o la rabia del momento.

Anoche lo hizo por primera vez para dar algún que otro recado a Guti. El 14 se que...

Juande Ramos es comedido. Nunca una palabra fuera de lugar, nunca un grito. Es como si, después del ciclón Schuster, en Chamartín se hubiese materializado la tranquilidad. Frases correctas, quizás estudiadas. Un discurso preparado para no dejar en evidencia a nadie. El técnico manchego siempre habla del equilibrio, del colectivo, de los meritos que hay que repartir y no individualizar, de los goles o de los fallos, que son de todos. Nunca se deja llevar por la emoción o la rabia del momento.

Anoche lo hizo por primera vez para dar algún que otro recado a Guti. El 14 se quedó fuera de la convocatoria. Juande no pudo explicar el sábado el motivo de su decisión porque, como de costumbre, la lista se puso en la pizarra tras su comparecencia ante la prensa. "No ha estado con nosotros", dijo ayer, "porque en Bilbao el equipo hizo un partido magnifico y quería dar continuidad a los que jugaron". En San Mamés no estuvo Guti por un presunto problema muscular. A Juande no le gustó su actitud al entrar a jugar en Liverpool cuando el equipo iba perdiendo ya por 3-0. Cuatro días antes, el centrocampista le había reprochado -"¡anda, no me jodas!"- que le sustituyera en la segunda parte contra el Atlético.

"No me molesta que digan que soy un técnico defensivo. Me remito a los números"

Lo de Anfield fue un toque. Lo de anoche, un castigo. "Además", siguió Juande, "con una plantilla de 25 jugadores, tienen que sobrar algunos". Está claro que, para él, Guti sobra. No se entiende, si no, cómo siempre ha concedido segundas oportunidades a todos menos a él y cómo ha sido comprensivo y paciente con la mayoría -Marcelo y Huntelaar, por ejemplo- menos con él.

"¿No habría que cuidar un poco más a Guti por ser el segundo capitán y llevar los años que lleva?, se le preguntó a Juande. "Una cosa es ser el segundo capitán y llevar muchos años y otra el rendimiento", soltó; "a los jugadores se les juzga por su rendimiento". El nuevo técnico del Madrid ha hecho suya la filosofía de Fabio Capello, la del "se juega como se entrena". Nunca le ha gustado la actitud pasiva de Guti en las sesiones diarias en Valdebebas. No hubo problemas hasta que el medio estuvo lesionado. Volvió a mediados de febrero y, a partir de ese momento, Juande empezó a forjar su discurso, que repitió una y otra vez anoche: "Guti es un jugador más de la plantilla".

Juande nunca le ha atribuido la importancia que le atribuyó Schuster. "Como todos los jugadores, Guti tiene sus virtudes y sus defectos y hay que intentar que los defectos se vean lo mínimo posible", matizó. De momento, para él, los defectos son los que han primado.

El manchego sumó su partido número 14 al frente del Madrid, los mismos que Schuster esta temporada antes de que fuera despedido. El alemán dejó a los blancos a 12 puntos del Barça. Juande se encuentra ahora a seis después de haber llegado incluso a estar a cuatro. Y, frente a las críticas de desplegar un juego muy aburrido, luce sus cuentas. "No me molesta que me digan que soy un técnico defensivo... Me remito a los números. Si no, que alguien me diga lo que tengo que hacer", argumentó. Las cifran hablan de 37 puntos en 14 encuentros (frente a los 26 de Schuster), de 33 goles a favor (los mismos que con Schuster) y de siete en contra (por 24 con el germano). "Pero, sí, me gustaría controlar más el juego y la posesión del balón. Tenemos que dominar con más claridad a los rivales", concluyó.