Plantón programado a Aguirre

El plantón estaba preparado. Pero pareció espontáneo. Esperanza Aguirre, la presidenta regional, mentó a los políticos socialistas imputados, y de repente un intenso ruido de pasos ahogó la megafonía de la Asamblea. La bancada que ocupan los diputados del PSM y los de IU se levantó simultáneamente, con revuelo de faldas y faldones de chaqueta, y abandonó el pequeño hemiciclo. Sólo permanecieron Maru Menéndez, portavoz socialista, e Inés Sabanés, con la misma responsabilidad en IU. La Cámara quedó partida en dos: diputados del PP en dos tercios; aire y dos figuras solitarias, una delante de la ...

El plantón estaba preparado. Pero pareció espontáneo. Esperanza Aguirre, la presidenta regional, mentó a los políticos socialistas imputados, y de repente un intenso ruido de pasos ahogó la megafonía de la Asamblea. La bancada que ocupan los diputados del PSM y los de IU se levantó simultáneamente, con revuelo de faldas y faldones de chaqueta, y abandonó el pequeño hemiciclo. Sólo permanecieron Maru Menéndez, portavoz socialista, e Inés Sabanés, con la misma responsabilidad en IU. La Cámara quedó partida en dos: diputados del PP en dos tercios; aire y dos figuras solitarias, una delante de la otra, en el tercio restante.

El resto de los parlamentarios de la oposición, 51 (41 del PSM y 10 de IU), se amontonó en las puertas, cuchicheando, en protesta por el cierre, 18 días antes de lo previsto, de la comisión de investigación del espionaje en Madrid. El lunes se reúne la comisión para elaborar sus conclusiones, que se aprobarán el miércoles siguiente, día del carpetazo final.

Sólo las portavoces de la oposición, Maru Menéndez e Inés Sabanés, se quedaron

"Esto es un atropello institucional", fue la conclusión de Menéndez, que se quejó de que "sólo ha habido cuatro días de trabajo en la comisión". Por su parte, el portavoz popular, David Pérez, se quejó porque dejaron con la palabra en la boca a Aguirre y por el plantón el día previo en el homenaje de la Comunidad a las víctimas del 11-M. Dijo que ambas cosas le parecían síntoma de "una deriva moral preocupante". Izquierda Unida calificó el plante de "aviso" porque, dicen, no tolerarán que el PP "use las instituciones como si fueran de su propiedad". "Nosotros asumimos responsabilidades y no montamos estos numeritos", fue la reacción de Aguirre al desalojo. Antes había recibido una pregunta sobre el caso Gürtel, la trama de corrupción que afecta a varios electos de su partido. Juan Van Halen, diputado del PP, fue el siguiente en tomar la palabra. "Shakespeare comentó en una ocasión que los que se marcharon del teatro entre medias de una de sus obras no merecían verlas", fue el irónico prólogo a un monólogo sobre medidas económicas sin oponente. Así transcurrieron más de dos horas del pleno. Con diputados del PP hablando con responsables del Gobierno del PP. Una sesión tranquila.

Los momentos más ácidos los protagonizaron Adolfo Navarro, adjunto a la portavocía del PSM, y Francisco Granados, consejero de Interior. Mantuvieron un combate dialéctico con el espionaje de telón de fondo. No faltaron las alusiones al talante "antidemocrático y cercano al neofascismo" con las que Navarro se lamentó tanto del cierre de la comisión como de las amonestaciones de la presidenta de la Asamblea, Elvira Rodríguez.

El preámbulo a la espantada fue una pregunta sobre la Cañada Real durante la que sí estuvieron todos presentes. El alcalde de Rivas, uno de los municipios que atraviesa esta serpiente de construcciones ilegales, ha denunciado al Gobierno de Aguirre por su inactividad. La presidenta anunció que en septiembre presentará un plan integral y se ofreció a entregar a los grupos parlamentarios un estudio sobre el asunto.La espantada no fue la única ausencia del pleno de la Asamblea. Muchos diputados comentaban en los pasillos la ausencia de Alfredo Prada, uno de los altos cargos espiados según los partes de seguimientos a los que ha tenido acceso este periódico. Su escaño vacío fue la comidilla, porque el día anterior Francisco Granados, consejero de Interior, sugirió que Prada había mentido en la última sesión de la comisión que investiga los supuestos espionajes a altos cargos. El portavoz popular las pasó canutas cuando intentó explicar la ausencia de Prada y arremetió, a la vez, contra el desplante de la oposición. "No es lo mismo una ausencia que la de todo un grupo de diputados", dijo casi balbuceando.

Los que sí estuvieron fueron los tres diputados del PP implicados en el caso Gürtel, Benjamín Martín Vasco, Alfonso Bosch y Alberto López Viejo a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid decida sobre su imputación. Martín Vasco estuvo arropado por la dirección del grupo, con los que se le vio charlando. López Viejo pasó el pleno distraído y ensimismado, sin apenas hablar con nadie, ajeno a los rifirrafes parlamentarios.

Los ánimos estaban caldeados porque Aguirre acusó a los socialistas de tener a tres imputados en sus filas. Se refería a la imputación de la secretaria general del PSM, Trinidad Rollán, por un supuesto delito de prevaricación, y a los alcaldes de Pinto y Getafe, a los que les está investigando la justicia.

Tras una pregunta del grupo socialista sobre la presunta trama de corrupción, la dirigente abrió el fuego y arremetió contra el PSOE. "En esta bancada no hay ningún imputado y en esa hay tres", espetó Aguirre señalando al graderío socialista. "Hace falta tener desprecio a los ciudadanos", criticó. "No somos como ustedes... Al PP le ha bastado que se hicieran públicas algunas cuestiones de un sumario secreto para que aquellos que estaban en ese sumario hayan decidido presentar su dimisión". Y concluyó: "Ustedes creen que tienen barra libre. Ya han juzgado y condenado a quienes les conviene". La presidenta aseguró que "por supuesto" va a "asumir responsabilidades" por el caso Gürtel.