Cae un traficante huido e imputado en 'Ballena Blanca'

Llevaban tras sus pasos desde 2003 y ya se les había escapado una vez. Sophiane Hambli, de 33 años, uno de los principales imputados en los casos de blanqueo de capitales Ballena Blanca e Hidalgo, fue detenido el pasado 4 de febrero en un establecimiento de náutica de Puerto Banús (Marbella) por la Policía Nacional.

Pese a su juventud, Hambli dirigía una red que introducía hachís desde Marruecos a Francia. En 2002, fue detenido en España y extraditado a Francia. Sin embargo, consiguió fugarse de la prisión de Metz en agosto de 2003 tras amenazar con una pistola a un policí...

Llevaban tras sus pasos desde 2003 y ya se les había escapado una vez. Sophiane Hambli, de 33 años, uno de los principales imputados en los casos de blanqueo de capitales Ballena Blanca e Hidalgo, fue detenido el pasado 4 de febrero en un establecimiento de náutica de Puerto Banús (Marbella) por la Policía Nacional.

Pese a su juventud, Hambli dirigía una red que introducía hachís desde Marruecos a Francia. En 2002, fue detenido en España y extraditado a Francia. Sin embargo, consiguió fugarse de la prisión de Metz en agosto de 2003 tras amenazar con una pistola a un policía. Durante su estancia en la cárcel llegó a efectuar llamadas telefónicas desde 14 teléfonos diferentes para mantenerse a la cabeza de la red de contrabando de estupefacientes. En marzo de 2007, Hambli fue condenado en rebeldía a 18 años de prisión y a una multa de 2,5 millones.

El narcotraficante franco-tunecino estuvo a punto de ser arrestado en la Costa del Sol en 2004. En una operación en la que la Unidad contra la Droga y Crimen Organizado (Udyco) se incautó de tres toneladas de hachís y numerosas armas, Hamblí repelió a tiros a los agentes -hirió a uno- y logró escapar. Desde entonces ha sido uno de los objetivos más escurridizos para el grupo de Fugitivos, que lo detuvo hace ocho días junto a agentes del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco).

Hambli, imputado por blanquear dinero a través de los despachos de abogados marbellíes Del Valle y Cruz-Conde, opuso "una gran resistencia" a su arresto. En su domicilio, en la localidad de Benahavís, guardaba 210.000 euros en efectivo. Para evitar su identificación, el detenido trató de borrarse las huellas dactilares frotando las yemas de los dedos contra los barrotes del calabozo, según la policía. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó su ingreso en la prisión madrileña de Soto del Real.