El Aalborg desnuda al Depor

Ya se pueden recordar glorias pasadas y ambientar los partidos con todo tipo de lemas y soflamas de moda. Las históricas remontadas del Depor en Europa eran en otro contexto y con otros jugadores sobre el césped. Ahora en Riazor hay lo que hay. No es poco, pero es menos. Hay esfuerzo, compromiso y un cierto nivel, pero falta puntería, valor siempre asociado al talento. Quizás tampoco sobre entre los rivales cotidianos: el sexto clasificado de la liga danesa eliminó al octavo de la española tras pasarle por encima y marcarle seis goles en menos de noventa minutos, la primera parte de la ida y l...

Ya se pueden recordar glorias pasadas y ambientar los partidos con todo tipo de lemas y soflamas de moda. Las históricas remontadas del Depor en Europa eran en otro contexto y con otros jugadores sobre el césped. Ahora en Riazor hay lo que hay. No es poco, pero es menos. Hay esfuerzo, compromiso y un cierto nivel, pero falta puntería, valor siempre asociado al talento. Quizás tampoco sobre entre los rivales cotidianos: el sexto clasificado de la liga danesa eliminó al octavo de la española tras pasarle por encima y marcarle seis goles en menos de noventa minutos, la primera parte de la ida y la segunda de la vuelta.

El Depor deja Europa. Salió con tres centrales a remontar tres goles. Los marcó el Aalborg, que dejó en evidencia el entramado organizado por Lotina, que además situó a un medio centro, De Guzmán, como extremo derecho mientras guardaba a dos especialistas, Álvarez y Cristian en el banquillo. Tampoco disponía de muchas opciones el técnico vasco, que no podía contar con ocho futbolistas. Las ausencias eran graves en la delantera y se agudizaron porque Bodipo se lesionó en su primera carrera. Salió el último delantero disponible, Omar Bravo, un tipo sin suerte en A Coruña.

El Depor activó Riazor con un afortunado gol de Sergio, un tirito con la zurda que golpeó en un zaguero y se envenenó hasta la red. Con la gesta en marcha el Deportivo se descosió. El marcador le impulsaba, pero ya no había dejado buenas sensaciones, con muchos espacios para que se manejaran los velocísimos Due o Shelton. Y en cinco minutos, el Aalborg marcó los tres goles que el Depor buscaba en noventa. Dos llegaron en acciones de estrategia. El tercero vino en una contra que sirvió para apagar la luz justo antes del descanso. Y ya nadie la encendió.