Crónica:ACB | Jornada 22

El Madrid logra otra victoria imposible

A este paso, terminará habiendo peregrinaciones para ver los partidos del Madrid, pues en pocos hay más posibilidades de un milagro. Frente al Tau llevaba una vuelta entera ganándolo todo y tras ser vapuleado durante buena parte del partido, resucitó en el momento más inesperado para lograr una victoria de prestigio que apuntala su mejor virtud actual: una fe inquebrantable a prueba de todo, como ir perdiendo por 22 puntos ante un equipo del empaque y la experiencia del vasco.

El debate parecía agotado cuando, a falta de tres minutos del tercer cuarto, los de Ivanovic se paseaban (46-64...

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A este paso, terminará habiendo peregrinaciones para ver los partidos del Madrid, pues en pocos hay más posibilidades de un milagro. Frente al Tau llevaba una vuelta entera ganándolo todo y tras ser vapuleado durante buena parte del partido, resucitó en el momento más inesperado para lograr una victoria de prestigio que apuntala su mejor virtud actual: una fe inquebrantable a prueba de todo, como ir perdiendo por 22 puntos ante un equipo del empaque y la experiencia del vasco.

El debate parecía agotado cuando, a falta de tres minutos del tercer cuarto, los de Ivanovic se paseaban (46-64). Todo lo hacen con la máxima intensidad y su arsenal es tan profundo y variado que convierten cada ataque del rival en una aventura y cada uno propio en terreno trabajado para el talento de Rakocevic, Mickael, Prigioni o Splitter.

REAL MADRID 81 - TAU CERÁMICA 79

Real Madrid: Sánchez (0), Bullock (22), Hosley (7), Hervelle (15) y Van den Spiegel (4) —cinco inicial—; Llull (11), Tomas (0), Reyes (10), Mumbrú (12) y Massey (0).

TAU Cerámica: Prigioni (4), Rakocevic (25), Teletovic (13), Mickeal (14) y McDonald (4); Vidal (7), San Emeterio (2), Ilievski (0), Splitter (10) y Barack (0).

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Al Madrid le costaba un mundo todo. La diferencia ponía en duda su competitividad, la composición de su plantilla y la idoneidad de algunos movimientos de Plaza, como dar demasiado descanso a sus jugadores más exigidos últimamente: Llull, Mumbrú o Felipe.

Pero, de repente, al Tau se le atragantó la zona blanca y los vientos cambiaron. Con su mejor quinteto, el Madrid se puso a menos de diez puntos (60-69, a seis minutos) y, quién sabe si por eso de la barrera psicológica, se tiró a la yugular. Cuatro triples seguidos desataron la locura y tuvieron un efecto devastador en el Tau.Con la dinámica que ya llevaba el partido, el desenlance confirmó el cambio de tendencia. Los tiros libres decidieron y el Madrid se llevó al zurrón otra victoria imposible.

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