Reportaje:23ª jornada de Liga

"He desaprovechado mis mejores años"

Luque renace en el Málaga tras despeñarse en el extranjero

"La mejor edad de un futbolista es de los 27 a los 30 años", reflexiona Albert Luque (Terrassa, Barcelona; 1978), a un mes de cumplir los 31 y después de pasar tres temporadas frustrantes en el Newcastle y el Ajax. "He visto la otra cara del fútbol: el sufrimiento", comenta el delantero, que ahora saborea cada minuto en el Málaga, con el que ha marcado cuatro goles, feliz en su regreso a una casa en la que vivió cedido por el Mallorca hace diez años. "Cuando estás arriba, lo ves todo de color de rosa. No te das cuenta de la realidad. Pero he tenido una nueva oportunidad. Quiero trabajar mucho ...

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"La mejor edad de un futbolista es de los 27 a los 30 años", reflexiona Albert Luque (Terrassa, Barcelona; 1978), a un mes de cumplir los 31 y después de pasar tres temporadas frustrantes en el Newcastle y el Ajax. "He visto la otra cara del fútbol: el sufrimiento", comenta el delantero, que ahora saborea cada minuto en el Málaga, con el que ha marcado cuatro goles, feliz en su regreso a una casa en la que vivió cedido por el Mallorca hace diez años. "Cuando estás arriba, lo ves todo de color de rosa. No te das cuenta de la realidad. Pero he tenido una nueva oportunidad. Quiero trabajar mucho y disfrutar todo lo posible en estos dos o tres años que me quedan. Porque tenemos fecha de caducidad", reflexiona.

"Vi la otra cara del fútbol: el sufrimiento. Arriba, no te das cuenta de la realidad"
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La progresión de Luque, que hoy visita al Valencia con el Málaga (La Sexta, 22.00) fue imparable hasta agosto de 2005: el Mallorca, el Deportivo y la selección española: 18 veces internacional, plata en los Juegos Olímpicos de 2000 y participaciones en el Mundial de 2002 y la Eurocopa de 2004. Entonces, Graham Souness, legendario centrocampista del Liverpool, le ofreció un regalo envenenado: una suculenta oferta del Newcastle, que pagó 14 millones al Superdepor por él: "Era un gran reto y quería vivir esa aventura. Pero al segundo partido sufrí la lesión más grave de mi carrera [rotura de isquiotibiales, tres meses de baja], echaron al entrenador y el nuevo ya no contaba conmigo". ¿El nuevo? "No me acuerdo cómo se llama". La memoria ha borrado el nombre de Glen Roeder, a quien no le interesaba un jugador como Luque: demasiado blando: "El fútbol inglés es muy directo. Souness quería un fútbol más técnico, pero su sucesor no". Casi dos años en blanco. Hasta que Ten Cate, que le conocía de España, le rescató para el Ajax: "Perdoné todo lo que me quedaba de contrato en el Newcastle y me fui al Ajax . Allí sí me identifiqué completamente: la pelota jugada y el físico en un segundo plano. Aunque me pasó lo mismo: a los tres meses, Cate se fue al Chelsea y su sucesor, Adrie Koster, tampoco contaba conmigo".

Su estancia en Ámsterdam se enturbió definitivamente en noviembre de 2007 tras una pelea con un compañero de equipo, el uruguayo Luis Suárez. El director deportivo, Danny Blind, dictó sentencia. Le dijo que se fuera. "No volví a ser titular. Y ahora me alegro", explica Luque, contento de que aquello le reabriera las puertas de España. El presidente del Málaga, Fernando Sanz, compañero suyo en sus inicios, consiguió su cesión. Y el entrenador, Antonio Tapia, le aprovechó: "Está tan comprometido que se implica en la defensa a un nivel que no tenía en su anterior etapa en la Liga". "Tiene condiciones innatas: velocidad y golpeo con la zurda", tercia Javier Irureta, que le dirigió en el Depor; "vino como delantero centro y yo le desplacé a la izquierda. De segundo delantero. Se adaptó bien, aunque le faltaba continuidad en el trabajo físico".

El Depor pagó por él 13 millones al Mallorca. "Irureta me descubrió una posición nueva, que es la que más me gusta", dice Luque. "¿Le perjudicó su amistad con Tristán?". "De ninguna manera. Mi mejor época coincide con él de compañero. Se ha criticado mucho a Diego por su vida. Es la envidia".

En Son Moix, Cúper hizo debutar a Luque en Primera y Aragonés les clasificó para la Champions. A él y a su amigo Eto'o: "Me alegro de cómo le ha ido. Lo veía venir". Al madurar, Luque ha conocido lo relevante del juego y de la vida: "He desaprovechado mis mejores años, sí. Pero no se puede volver atrás. Y ahora soy feliz en el Málaga. Todo me va bien: hasta mi mujer está embarazada".

Luque, en un partido con el Málaga.DIARIO AS

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