El Madrid apela a la heroica
Frente a la fuerza arrolladora del Tau, el arsenal del Regal Barcelona y la fantasía del DKV Joventut, el Madrid se aferra al arma que en los equipos grandes de verdad se tiene por un valor añadido, pero no por la esencia de su juego. Cuenta con varios jugadores excelentes y su núcleo duro, los que dan el callo en los momentos más difíciles, es el mismo de la pasada temporada. Desde luego, sin talento, no ganarían. Pero, sin la garra que les permite aferrarse al partido en los instantes, a veces interminables, en los que parecen abocados al desastre, se trataría de un conjunto del montón. Sin ...
Frente a la fuerza arrolladora del Tau, el arsenal del Regal Barcelona y la fantasía del DKV Joventut, el Madrid se aferra al arma que en los equipos grandes de verdad se tiene por un valor añadido, pero no por la esencia de su juego. Cuenta con varios jugadores excelentes y su núcleo duro, los que dan el callo en los momentos más difíciles, es el mismo de la pasada temporada. Desde luego, sin talento, no ganarían. Pero, sin la garra que les permite aferrarse al partido en los instantes, a veces interminables, en los que parecen abocados al desastre, se trataría de un conjunto del montón. Sin duda, habrían perdido más de cinco partidos en la Liga ACB y no se encontrarían en una situación ideal en la Euroliga.
Ante el Cajasol de Sevilla, el Madrid repitió el tipo de juego y de victoria que logró ante el Alba de Berlín el pasado jueves y, salvando las distancias, con el que se rehizo ante el Barça en la Euroliga en otro partido que parecía tener perdido. Precisó dos prórrogas, pero venció en Sevilla (92-95).
El Cajasol es el colista, pero de la mano de Pedro Martínez ha mejorado y en la primera vuelta, todavía con Manel Comas, ganó en Vistalegre, también después de una prórroga. Sin Raúl López, lesionado, Joan Plaza volvió a dar cuerda a Pepe Sánchez, que jugó algo más de 22 minutos y sumó ocho asistencias. Pero, dadas las limitaciones de Hosley, Massey e incluso Van den Spiegel, los principales arquitectos de la victoria del Madrid fueron los de casi siempre: Reyes (17 puntos y 15 rebotes) y Bullock (26 puntos), además de la nueva perla del baloncesto español, Sergio Llull. El base menorquín es un motor para su equipo con el balón y sin el balón. Pocos presionan como él. Sabe hacer valer sus dotes físicas (1,90 metros, brazos largos y piernas rápidas), contagia su entusiasmo y es capaz de endilgar algunos triples vitales como los que anotó cuando el Madrid parecía encaminarse a la derrota.
De haber ganado el Cajasol, buena parte del mérito habría recaído en Xavi Rey, un pívot de 21 años y 2,09 metros cedido por el Barça en enero. Rey cuajó una actuación espléndida con 17 puntos, cinco rebotes y nueve faltas recibidas. El partidazo de Reyes, Llull y Rey coronó una jornada de nuevo con brillantes actuaciones de varios jugadores españoles. Fran Vázquez no baja la guardia y, con 13 puntos, cuatro rebotes, dos tapones y cuatro mates, volvió a ser el más destacado en el triunfo (78-85) del Barça en Zaragoza ante el CAI, dirigido por Alberto Angulo. El Unicaja logró que prevaleciera su defensa y su paciencia y acierto para atacar la zona del Joventut (70-79). Mucho tuvo que ver en ello Aíto García Reneses, al que la grada de Badalona le reconoció sus méritos en la construcción del equipo que ahora dirige Sito Alonso. Las lesiones de Norel y Carlos Cabezas, en un magnífico estado de forma, fueron las peores noticias del partido. Coby Karl jugó nueve minutos y apuntó algunos detalles interesantes en el manejo del balón y la presión defensiva.
Sergi Vidal, con 18 puntos y ocho rebotes, fue, junto a Mickeal, el mejor del Tau en su contundente triunfo sobre el Bruesa (95-69). Fue el partido con peor anotación de Rakocevic, cuatro puntos, aunque jugó 13 minutos escasos. El Tau, que sólo ha perdido un partido en lo que va de Liga, precisamente contra el Bruesa en la primera vuelta, pondrá a prueba el próximo sábado, en Vistalegre, al Madrid. Será interesante comprobar si la heroica de la que viene tirando el cuadro de Plaza le basta para superar otra prueba de altísima exigencia como ya hizo ante el Barça en la Euroliga.