Cuatro detenidos por la muerte del industrial marbellí

La juez ordena prisión por secuestro y asesinato para dos de ellos

La policía ha dado prácticamente por cerrado el caso del secuestro y muerte del empresario marbellí Fernando Moreno Espada, que desapareció el pasado 21 de enero y fue hallado muerto al día siguiente con signos de violencia en una caseta de aguas junto al pantano de la Concepción. Los agentes detuvieron el jueves a dos ciudadanos de nacionalidad colombiana relacionados con el suceso.

Estos dos arrestos se suman a los de otro ciudadano colombiano y un español. Éstos fueron apresados el pasado miércoles y pasaron ayer a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Marb...

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La policía ha dado prácticamente por cerrado el caso del secuestro y muerte del empresario marbellí Fernando Moreno Espada, que desapareció el pasado 21 de enero y fue hallado muerto al día siguiente con signos de violencia en una caseta de aguas junto al pantano de la Concepción. Los agentes detuvieron el jueves a dos ciudadanos de nacionalidad colombiana relacionados con el suceso.

Estos dos arrestos se suman a los de otro ciudadano colombiano y un español. Éstos fueron apresados el pasado miércoles y pasaron ayer a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, María Jesús del Pilar Márquez, quien ordenó sobre las 21.00 de ayer su ingreso en prisión por secuestro y asesinato. El ciudadano español había trabajado para una de las empresas de Moreno, que era dueño, entre otras compañías, de una de las mayores plantas de hormigón de la Costa del Sol.

Entre los pasados lunes y martes hubo más detenidos por este caso en la Costa del Sol Occidental que después han quedado en libertad al no estar vinculados con los hechos, informa Efe. Los agentes también han practicado diversos registros domiciliarios en la zona.

Moreno, de 76 años, desapareció el día 21 a media mañana mientras cultivaba un huerto de aguacates de su propiedad. Horas después, la familia recibió una llamada de los captores, que exigían dos millones de euros por dejarlo en libertad. En sucesivas llamadas, algunas realizadas desde el teléfono móvil del industrial e intervenidas por la policía, los secuestradores rebajaron hasta los 600.000 euros el rescate. El industrial fue hallado muerto al día siguiente por la mañana. La autopsia reveló que murió asfixiado por la mordaza que le colocaron los delincuentes.

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