Un hombre mata a tiros a dos vecinos por un problema de lindes entre sus casas

Dos miembros de una familia, Agustín Rubianes Arango, de 73 años, y su hijo Agustín Rubianes García, de 40, murieron ayer en Trubia (Oviedo) a resultas de los disparos que realizó contra ellos con una escopeta de caza un vecino de 70 años, Amable F. F., por supuestas diferencias vecinales. Los hechos ocurrieron en el núcleo rural de Perlín (Trubia), a 10 kilómetros de la capital asturiana, cuando las víctimas trabajaban en el acondicionamiento de una vivienda que habían adquirido hace año y medio y en la que pretendía habitar el hijo.

Según testimonios vecinales, el presunto autor de lo...

Dos miembros de una familia, Agustín Rubianes Arango, de 73 años, y su hijo Agustín Rubianes García, de 40, murieron ayer en Trubia (Oviedo) a resultas de los disparos que realizó contra ellos con una escopeta de caza un vecino de 70 años, Amable F. F., por supuestas diferencias vecinales. Los hechos ocurrieron en el núcleo rural de Perlín (Trubia), a 10 kilómetros de la capital asturiana, cuando las víctimas trabajaban en el acondicionamiento de una vivienda que habían adquirido hace año y medio y en la que pretendía habitar el hijo.

Según testimonios vecinales, el presunto autor de los disparos mantenía diferencias desde hace algún tiempo con los dos fallecidos a causa de los trabajos de reforma en la vivienda por la discrepancia con las lindes entre las propiedades de unos y otros. Según versiones de los vecinos, las dos víctimas mortales habían sido amenazadas en varias ocasiones por Amable F. F., quien también había elevado su queja por las obras en la finca aledaña a la suya a representantes municipales.

Sin embargo, un hermano e hijo de las víctimas, Manuel Rubianes, sostuvo que la familia no tenía conocimiento de que existiese "problema grave" alguno con el vecino.

Las víctimas, que residían en Latores, otra localidad de Oviedo, distante del lugar en el que ocurrieron los hechos, fueron hallados sin vida en la parte posterior de finca del presunto homicida por los agentes de la Guardia Civil que se trasladaron al lugar tras ser avisados por una llamada telefónica. Según vecinos de la localidad, el suceso se produjo en torno al mediodía. Varios de ellos aseguraron haber escuchado "ocho o nueve disparos".

Amable F. F., aficionado a la caza, huyó a pie del lugar de los hechos y posteriormente se entregó, acompañado por un abogado, en la comisaría de Policía de Oviedo, a la que llegó muy nervioso.