Reportaje:Empresas & Sectores

Fábrica nueva para Norit

AC Marca sufre la caída del consumo y ve difícil expandirse

Las familias se aprietan el cinturón ante la crisis, y del menor gasto son termómetro, entre otras, las empresas de gran consumo. Según la asociación española de fabricantes y distribuidores, Aecoc, los hogares españoles compraron un 2,5% menos de productos hasta septiembre de este año respecto de los primeros nueve meses de 2007. "Claro que notamos un bajón en las ventas, sobre todo en los artículos para el cuidado del hogar, y nos daríamos con un canto en los dientes con repetir las del año pasado", explica Ignacio Fernández, presidente y consejero delegado de AC Marca, una de las empresas f...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las familias se aprietan el cinturón ante la crisis, y del menor gasto son termómetro, entre otras, las empresas de gran consumo. Según la asociación española de fabricantes y distribuidores, Aecoc, los hogares españoles compraron un 2,5% menos de productos hasta septiembre de este año respecto de los primeros nueve meses de 2007. "Claro que notamos un bajón en las ventas, sobre todo en los artículos para el cuidado del hogar, y nos daríamos con un canto en los dientes con repetir las del año pasado", explica Ignacio Fernández, presidente y consejero delegado de AC Marca, una de las empresas familiares más opacas del mercado en relación con la popularidad de sus marcas: el borreguito de Norit para las prendas delicadas, los insecticidas Orion, la cera Álex o los adhesivos Ceys.

En un marco de crisis, y siempre rodeada de competidores gigantes como Henkel, Unilever o Procter & Gamble, AC Marca se mueve buscando el liderazgo en nichos de mercado diversos, en los que entra vía la adquisición de marcas, como cuando compró Yak a Henkel, Gior a BP o, las últimas, el champú Cabello Sano de Genesse y la leche Aftersun a Puig.

Fundado hace 86 años por Antonio Marca, y con la tercera y la cuarta generación conviviendo en el puesto de mando, el grupo se dice forzado, frente a la estrategia de los pesos pesados de concentrarse en unos pocos productos estrella, a tener muchas marcas. "Es una necesidad. No sería creíble que Norit hiciera cosas fuera del cuidado de la ropa", añade.

La compañía, que desde el inicio de esta década casi ha duplicado su tamaño hasta facturar 168 millones de euros, acaba de invertir 42 millones en una nueva planta en Sant Llorenç D'Hortons (Barcelona), que incrementa su capacidad de producción un 40% (250.000 unidades diarias) y al que se han trasladado departamentos como el de I+D y un centro logístico. Desde esa fábrica, parcialmente financiada con la venta de un solar junto a las oficinas de L'Hospitalet de Llobregat antes de que pinchara el ladrillo y, en parte, con endeudamiento antes de que se secara el crédito, expide la mayoría de productos del grupo al exterior.

Fernández, que saca pecho por el sistema de integración informatizado fabril pionero en Europa, no pierde la ocasión para confesar "lo difícil que es abrir una planta". Dice: "Somos de aquí y es lógico tener aquí centros fabriles. Pero hemos tardado tres años en sacar adelante el proyecto, sobre todo por las trabas burocráticas". Y, ante las deslocalizaciones crecientes, opina que "un poco más de flexibilidad laboral ayudaría a que hubiera menos".

Un 42% de las ventas corresponden al exterior y la idea es que ese porcentaje crezca. Para ahondar en la internacionalización, los dueños de Norit negocian en Turquía la adquisición de un pequeño negocio de productos para el cuidado del hogar. Las compras señalan el camino. Como cuando una firma con nombre de marca se hizo, en 2004, con el líder de tintes francés Ideal. -

Anuncio del detergente Norit, creado por Josep Artigas en 1950.

Archivado En