Reportaje:Undécima jornada de Liga

El chaval que jugaba con los ojos cerrados

El canterano madridista Bueno sigue un plan especial de entrenamiento para adquirir masa muscular

¿Pero, chico, cómo es que no celebraste el gol de una forma especial?, le preguntaron los de su entorno. El chico es Alberto Bueno. Y el gol fue el que metió por la escuadra en el partido de Copa contra el Real Unión. "Yo es que soy así", contestó el canterano madridista. El delantero del Castilla es tímido, reservado y, según dicen los que le conocen, "no le va nada el cachondeo". Con 20 años, el delantero debutó en el Bernabéu el pasado martes, Schuster ha vuelto a convocarle -"es una solución para nosotros, su progresión está bajo la mirada de todos"- y, por primera vez, ayer le llamaron ta...

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¿Pero, chico, cómo es que no celebraste el gol de una forma especial?, le preguntaron los de su entorno. El chico es Alberto Bueno. Y el gol fue el que metió por la escuadra en el partido de Copa contra el Real Unión. "Yo es que soy así", contestó el canterano madridista. El delantero del Castilla es tímido, reservado y, según dicen los que le conocen, "no le va nada el cachondeo". Con 20 años, el delantero debutó en el Bernabéu el pasado martes, Schuster ha vuelto a convocarle -"es una solución para nosotros, su progresión está bajo la mirada de todos"- y, por primera vez, ayer le llamaron también para la selección española sub 21.

"Técnicamente, está muy bien dotado. Pero Alberto es consciente de que sólo con eso no le vale. Por ello es tan receptivo al trabajo y a la mejora", cuenta Julen Lopetegui, su técnico en el Castilla. La mejora ha sido táctica -"ahora es un jugador más completo, sobre todo en la fase defensiva"- y también física. Y es que si algo ha acompañado siempre a Bueno, además de la admiración que despertaban sus regates y habilidades técnicas, es la frase de "físicamente es muy débil". Desde hace año y medio, sigue un plan especial de entrenamiento para coger masa muscular. Se lo diseñó Míchel cuando entrenaba al Castilla. "El tren superior no lo tiene muy desarrollado. Está en ello. Se pasa por el gimnasio de Valdebebas a diario", cuenta José Ignacio Morón, quien, gracias a Bueno encontró trabajo en el Madrid.

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"Jugaba al fútbol con mi hijo en la escuela Aiedo, de Moratalaz. Tenía el barro hasta los tobillos y, aun así, se le veían sus cualidades técnicas. Conocía a un ojeador del Madrid y le dije: 'Tienes que venir a ver un chaval que juega con los ojos cerrados", recuerda Morón. Al chaval le ficharon a los dos días y a él le ofrecieron ser ojeador del club. Allí sigue 12 años después.

Bueno entró en el Madrid en la categoría de infantiles. En el cadete A compartía la delantera con Mata. El curso siguiente, con tan sólo 15 años, pegó un salto de tres categorías. "Cuando le vio Jorge Valdano dijo: 'A este chico hay que subirle ya", desvela Morón. Y Bueno pasó a las ordenes de Quique Sánchez Flores en el juvenil A, de jugar con los de 15 a compartir vestuario con los de 17 y 18. Entre ellos estaban Rubén De la Red y Balboa.

"Apuntaba grandes condiciones. Pero se lo ha ganado con el trabajo. Siempre se ha tomado las cosas muy en serio. Alberto es muy fuerte de coco y tiene mucho aplomo", le define su descubridor.

Bueno, tras su gol en la Copa contra el Real Unión.C. ÁLVAREZ

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