EA achaca a la "involución" del PNV la ruptura de la coalición

Eusko Alkartasuna pretende articular "un gran movimiento soberanista"

El presidente de Eusko Alkartasuna (EA), Unai Ziarreta, salió ayer a la palestra para explicar la decisión de renunciar a repetir en las autonómicas de marzo la coalición con el PNV que hace tres años le dio siete escaños. "Consciente" del riesgo -"el gran reto", dijo- que supone acudir en solitario a las elecciones, admitió que "lo más fácil y cómodo" habría sido mantener la alianza con el PNV, pero su ejecutiva lo ve imposible por la "involución política" del partido de Iñigo Urkullu. Pase lo que pase, EA no saldrá del Gobierno de Ibarretxe antes de los comicios. "Eso [el tripartito] está bl...

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El presidente de Eusko Alkartasuna (EA), Unai Ziarreta, salió ayer a la palestra para explicar la decisión de renunciar a repetir en las autonómicas de marzo la coalición con el PNV que hace tres años le dio siete escaños. "Consciente" del riesgo -"el gran reto", dijo- que supone acudir en solitario a las elecciones, admitió que "lo más fácil y cómodo" habría sido mantener la alianza con el PNV, pero su ejecutiva lo ve imposible por la "involución política" del partido de Iñigo Urkullu. Pase lo que pase, EA no saldrá del Gobierno de Ibarretxe antes de los comicios. "Eso [el tripartito] está blindado, a prueba de bombas", enfatizó Ziarreta.

El presidente de EA explicó en una comparecencia en Vitoria que el PNV buscaba la coalición sólo para mantenerse en el poder y "seguir gestionando el marco actual", lejos del compromiso de dar nuevos "pasos adelante en clave soberanista". "No vemos al PNV en esas claves", destacó. EA, por el contrario, quiere articular "un gran movimiento soberanista" que no se detenga ante la "confrontación democrática con el Estado español" en el avance hacia la sustitución del marco jurídico actual por otro que garantice incluso la independencia. De ahí el rechazo a la coalición.

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Ziarreta dejó claro que la decisión no tiene marcha atrás, se mostró seguro de que el desacuerdo que ha mostrado su ejecutiva guipuzcoana, dominada por los críticos, no impedirá su comportamiento "leal" y vertió sobre el PNV toda la culpa del rechazo a repetir la alianza de 2001 y 2005.

El "paso atrás" del PNV al llegar la hora de la verdad para el soberanismo, primero con el plan Ibarretxe y luego con la prohibición de la consulta, a la que el partido de Urkullu se ha plegado, ha sido determinante para EA. La formación intentará ahora "devolver la ilusión" a un electorado abertzale que se ha alejado de las urnas defraudado por esa falta de arrojo y harto de ETA.

Unai Ziarreta, presidente de EA, tras la rueda de prensa de ayer.EFE
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