Reportaje:

La literatura también se escribe en minúsculas

Una exposición reúne en Cádiz un millar de volúmenes en miniatura

Los libros, siempre de fácil acceso en una biblioteca pública, están ahora en la de Cádiz al alcance de la mano. Literalmente. En un puño pueden caber las obras completas de Shakespeare, una edición de El Quijote, o un práctico diccionario Inglés-Español. La exposición La biblioteca de Liliput: 1.000 libros en miniatura desde el siglo XVI a nuestros días reúne una amplia variedad de obras minúsculas, dignas de la mejor librería.

La propietaria de estas joyas de la literatura, la coleccionista y responsable de la exposición Susana López del Toro, comenzó de niña a hacer aco...

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Los libros, siempre de fácil acceso en una biblioteca pública, están ahora en la de Cádiz al alcance de la mano. Literalmente. En un puño pueden caber las obras completas de Shakespeare, una edición de El Quijote, o un práctico diccionario Inglés-Español. La exposición La biblioteca de Liliput: 1.000 libros en miniatura desde el siglo XVI a nuestros días reúne una amplia variedad de obras minúsculas, dignas de la mejor librería.

La propietaria de estas joyas de la literatura, la coleccionista y responsable de la exposición Susana López del Toro, comenzó de niña a hacer acopio de estas curiosidades, animada por su padre, editor. De los pequeños cuentos de Calleja pasó a obras mejor encuadernadas y, tras años de coleccionismo, se ha especializado en ediciones raras. Junto a lujosos libros de oraciones encuadernados en seda se exhiben cómics de Asterix de dos centímetros, libros de chistes o atlas con mapas desplegables que, incluso extendidos, no llegan a sobrepasar el tamaño de una caja de cerillas.

La exposición forma parte de la campaña de fomento de la lectura Leo, Leo ¿qué lees? de la Consejería de Cultura. López del Toro está convencida de que la curiosidad por estos objetos lleva a la pasión por el contenido de los libros. Ella misma se confiesa una ávida lectora, además de coleccionista de miniaturas (no sólo de libros) y, desde hace un tiempo, de lupas: "Me he dado cuenta de que como muchos de estos volúmenes necesitan una pequeña lente para ver el escrito, voy a acabar teniendo casi tantas lupas como libros".

En algunos casos la lente es necesaria incluso para ver el libro: el más pequeño, de dos milímetros, apenas parece una mancha en la vitrina de exposición. En cada una de sus páginas incluye una letra del abecedario, aunque se muestra a su lado una reproducción a gran tamaño para que el público pueda ver el contenido. Otros ejemplares, como un volumen de 8 centímetros sobre la vida de Tomás de Kempis, destacan por su antigüedad: fue editado en Florencia en 1535. Existen también reproducciones de la Constitución de 1812, manuscritos y facsímiles de los códices más pequeños que se conservan. La exposición estará abierta en la Biblioteca Pública Provincial de Cádiz hasta el 15 de noviembre.

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