Albert Vidal inventa la 'rondalla' telúrica

"¿Voy a estar toda la vida mirando al Tíbet, a Níger, a Mongolia? No", se responde Albert Vidal. "He mirado aquí, debajo de la tierra. Y he desenterrado este mito que supura del inconsciente colectivo". Vidal, nuestro actor más inclasificable, capaz de sepultarse, mostrarse en el zoo, cantar como un lama, sumergirse en el porno, vender helados y triunfar en Madrid, se refiere al popular cuento de Joan de l'os, que él ha convertido en espectáculo inventando de paso la "rondalla interactiva" (cosa que asombraría a Joan Amades), y la "ópera étnico-telúrica catalana". Se trata de hac...

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"¿Voy a estar toda la vida mirando al Tíbet, a Níger, a Mongolia? No", se responde Albert Vidal. "He mirado aquí, debajo de la tierra. Y he desenterrado este mito que supura del inconsciente colectivo". Vidal, nuestro actor más inclasificable, capaz de sepultarse, mostrarse en el zoo, cantar como un lama, sumergirse en el porno, vender helados y triunfar en Madrid, se refiere al popular cuento de Joan de l'os, que él ha convertido en espectáculo inventando de paso la "rondalla interactiva" (cosa que asombraría a Joan Amades), y la "ópera étnico-telúrica catalana". Se trata de hacer confluir los "contenidos arquetípicos" del famoso cuento y la "vitalidad añeja del pueblo catalán", con las técnicas ancestrales de teatralidad que el actor domina tras pasar largos (e incómodos) periodos en diferentes partes del mundo.

Vidal, que estrena la pieza el sábado en el festival Temporada Alta de Girona (Auditori de la Mercè), encarna en escena al rondallaire que, apoyado por tres músicos, y ataviado como un payés del XIX, con faja, barretina y espardenya recita la rondalla frente al espectador, "oliéndolo", inquietantemente cerquita. Canta Vidal con "entonaciones recuperadas" del folclore y baila, dice, como imagina que hacían las brujas (!), con un aire a lo danza butoh.

"En Joan de l'os he visto lo que veía en Bali o en África: eslabones perdidos de la cadena de la memoria humana", explica. "La rondalla surge de la tradición oral en el siglo XIX, pero su origen puede rastrearse en el mundo grecorromano. Joan es un héroe mítico. Hijo de un oso que ha raptado, y se ha beneficiado, a una doncella, Joan mata a su padre y se hace un abrigo con su piel, ¡toma ya!, muy edípico, sí. Se asocia con gigantes, vence y somete al diablo, conoce a tres bellísimas brujas... Su singularidad le condena a la soledad". Vidal cierra los ojos y parece que piense en sí mismo, tan ajeno a los circuitos y camarillas, y con experiencias que ya quisiera para sí el legendario Joan, el hijo del oso.

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