"¡Subían por todos lados!"

Ruud van Nistelrooy apagó anoche con un gol impensable los ánimos de la coqueta grada del estadio Petrovsky. "No era un remate fácil. El balón me quedó para la pierna zurda y, aunque no tenía mucho ángulo y sabía que el portero me cubría el primer palo, le pegué como pude porque el campo estaba muy rápido y cualquier bote podía despistar al portero", comentó el delantero holandés, que contabiliza 61 dianas en la Liga de Campeones. "Le pegué para ver qué pasaba. Y se fue al segundo palo", apostilló, incrédulo, todavía dándole vueltas a la cabeza.

La contundencia de su pierna izquierda no...

Ruud van Nistelrooy apagó anoche con un gol impensable los ánimos de la coqueta grada del estadio Petrovsky. "No era un remate fácil. El balón me quedó para la pierna zurda y, aunque no tenía mucho ángulo y sabía que el portero me cubría el primer palo, le pegué como pude porque el campo estaba muy rápido y cualquier bote podía despistar al portero", comentó el delantero holandés, que contabiliza 61 dianas en la Liga de Campeones. "Le pegué para ver qué pasaba. Y se fue al segundo palo", apostilló, incrédulo, todavía dándole vueltas a la cabeza.

La contundencia de su pierna izquierda no descompuso al Zenit, que, fiel a su estilo, propuso un duelo a tumba abierta. "Ha sido un partido loco con más de 30 tiros a puerta entre los dos equipos", reconoció Bernd Schuster. El entrenador del Madrid, consciente de la gesta, ensalzó las virtudes ofensivas del campeón de la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa: "Hemos jugado contra un equipo correoso. El Zenit impone ritmo y velocidad a su juego y en la segunda parte hemos sufrido mucho. Creo que el partido pudo terminar perfectamente en empate. Lo han tenido en dos jugadas al final y lo han desperdiciado".

Schuster: "Ha sido un partido loco con más de 30 tiros a puerta entre los dos equipos"

Van Nistelrooy: "Pegué al balón como pude por si el bote despistaba al portero"

Volver a ganar a domicilio en la máxima competición europea después de casi dos años de sequía -el 17 de octubre el Madrid venció por 1-4 al Steaua en la caldera de Bucarest- no fue una tarea sencilla. "Acabamos el partido despejando balones y tratando de armar algún contragolpe. Pero hemos aguantado. Lo importante es que hemos entrado en una buena dinámica. Hasta ahora había sido difícil jugar bien", destacó Casillas. "Todo el mundo ha venido de la Eurocopa o de unas vacaciones y hemos necesitado un periodo de rodaje para volver a encontrarnos. También nos ha ayudado el hecho de que somos prácticamente los mismos que la temporada pasada. Hemos dado un gran paso porque el partido en este campo ha sido muy difícil", añadió el portero de Móstoles.

A su lado, Pepe trataba de arrancarse la tensión de encima: "Ha sido un partido muy abierto. Se nota que los dos equipos hacen una apuesta por el fútbol que es maravillosa. Afortunadamente, hoy nos hemos encontrado en un gran momento de forma y hemos llegado con mucha confianza". "Ahora tenemos un margen de maniobra para jugar con tranquilidad", proclamó, satisfecho, sin saber todavía cómo había sacado bajo los palos un balón que era gol o gol. "Si ese balón hubiese entrado, nos habríamos quedado con un solo punto... He despejado con el pie y no sé ni cómo lo he hecho", convino el central portugués.

Mientras en el Madrid daban muestras de gratitud por volver a ganar lejos del Bernabéu seis partidos después (tres empates y tres derrotas), Dick Advocaat maldijo su mala suerte. "Estoy decepcionado con el resultado. El Zenit mereció, como mínimo, el empate. Si hemos creado tantas ocasiones contra un equipo como el Madrid, es que tenemos mucha calidad", expresó el preparador holandés. Arshavin, frustrado por no haber podido emigrar aún a la Premier League y enfrentado a su técnico, opinó justo lo contrario. "Hay que reconocerlo. Fueron mejores que nosotros en todo", señaló. "Concedimos demasiados espacios al rival en el centro del campo. Y, aunque logramos empatar en el primer tiempo, de nuevo nos marcaron", insistió Advocaat en sus argumentos.

De la Red también se refirió a la batalla en el eje central: "En la segunda parte dejamos de tener el balón. Empezamos a jugar en largo, con demasiados pelotazos, y poco a poco nos fuimos echando para atrás. Era muy difícil que no nos replegásemos porque ellos atacaban con todos". "¡Es que subían de a ocho! ¡Por todos lados! Aparecían laterales, centrocampistas, delanteros... No sabías por dónde te iban a llegar", prosiguió el medio repescado del Getafe.

Schuster hizo oídos sordos. "Estoy muy contento porque llevabámos seis partidos sin ganar fuera en la Champions. Ya había dicho que en las dos salidas que teníamos, la de San Petersburgo y la de Turín, teníamos que conseguir al menos una victoria. El partido de hoy refuerza nuestra moral. Hemos conseguido tres puntos muy importantes para ganar confianza. Ahora iremos a Turín a intentar ganar a la Juve", se despidió.