Esquerra ahonda su división tras el reñido congreso de Tarragona

El candidato de Carod pierde por doce votos frente al de Carretero y Puigcercós

Tarragona fue ayer un banco de pruebas para medir el peso que Josep Lluís Carod Rovira todavía conserva en Esquerra Republicana (ERC), de cuya presidencia fue descabalgado en junio. A tenor de los resultados del congreso regional del Camp de Tarragona, el ahora consejero de la Vicepresidencia cuenta con firmes apoyos, aunque ayer resultaron insuficientes para que su candidato saliera proclamado.

Adam Manyé perdió por tan sólo doce votos (195 contra 183) frente a Albert Pereira, auspiciado por el sector del ex consejero Joan Carretero y el resto de la familia republicana, incluida la ofi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tarragona fue ayer un banco de pruebas para medir el peso que Josep Lluís Carod Rovira todavía conserva en Esquerra Republicana (ERC), de cuya presidencia fue descabalgado en junio. A tenor de los resultados del congreso regional del Camp de Tarragona, el ahora consejero de la Vicepresidencia cuenta con firmes apoyos, aunque ayer resultaron insuficientes para que su candidato saliera proclamado.

Adam Manyé perdió por tan sólo doce votos (195 contra 183) frente a Albert Pereira, auspiciado por el sector del ex consejero Joan Carretero y el resto de la familia republicana, incluida la oficialista. Sin tan insólita alianza, el resultado hubiera sido otro.

Tras ganar, Pereira se compromete ante la militancia a cohesionar ERC

La ajustada victoria de Pereira demuestra, por una parte, que Esquerra aún arrastra la profunda herida interna que causaron las primarias de junio, con cuatro candidaturas en liza. Y, por otra, que los esfuerzos de su presidente, Joan Puigcercós, para cohesionar el partido parecen baldíos.

Los carodistas presentaron a Adam Manyé, actual delegado en Tarragona del Departamento de Cultura. Su contrincante y vencedor, Albert Pereira, pertenece a Reagrupament, el ala dirigida por el ex consejero de Gobernación Joan Carretero. No en vano Pereira fue uno de los hombres de Carretero en la Generalitat, pues le nombró director general de Administración Local.

Pereira consiguió agrupar bajo su candidatura al resto de las familias del partido, los oficialistas del actual presidente de ERC, Joan Puigcercós, y a los partidarios de Uriel Bertran, de Esquerra Independentista. La pinza de Carretero-Puigcercós-Bertran se demostró la única vía para plantar cara a los carodistas, con una más que notable implantación en esas cinco comarcas (Tarragonès, Baix y Alt Camp, Conca de Barberà y Priorat), de donde proceden los dirigentes del denominado clan de la avellana.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En las primarias de junio la candidatura promovida por Josep Lluís Carod (natural de Cambrils, pero residente en Tarragona) barrió al resto de las listas. En el resultado, no obstante, también influyó que el candidato a liderar el partido fuese Ernest Benach, presidente del Parlament y natural de Reus. Obtuvo 294 votos, frente a los 177 de Carretero, los 94 de Bertran y los ínfimos 73 de Puigcercós.

Con estos números en la mano, el panorama que se le presentaba a Joan Puigcercós en Tarragona era cuando menos alarmante. O sea que el actual presidente acabó por aplicarse el dicho "si no puedes con tu enemigo, alíate con él". A Joan Puigcercós no le quedó más remedio que unirse con su acérrimo enemigo, Joan Carretero, a quien dejó caer como consejero de Gobernación en el primer tripartito. El experimento funcionó en Tarragona con la victoria de Pereira, quien en la noche de ayer se esforzó en lanzar mensajes de unidad a toda la familia republicana. Un objetivo harto difícil tras el estrecho margen con que resultó elegido.

Archivado En