¿Nombre árabe? ¡Pues a bailar en el aeropuerto!

La policía israelí obligó a Abderrahim Jackson, de la Alvin Ailey Company, a danzar para demostrar su identidad

Su culpa: llamarse Abderrahim. La compañía de baile estadounidense Alvin Ailey, una de las más prestigiosas del mundo, aterrizó la noche del domingo en el aeropuerto de Tel Aviv (Israel) y Abderrahim Jackson fue el único bailarín sometido a un interrogatorio de una hora. Su nombre, de origen musulmán, le delataba. No fue suficiente que mostrara folletos de la compañía en los que aparece su fotografía en plena danza. Los servicios de seguridad, recelosos, le exigieron que ejecutara unos pasos. Y Jackson bailó en el aeropuerto.

"Estaba avergonzado, pero temía hacer algo malo que pudiera h...

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Su culpa: llamarse Abderrahim. La compañía de baile estadounidense Alvin Ailey, una de las más prestigiosas del mundo, aterrizó la noche del domingo en el aeropuerto de Tel Aviv (Israel) y Abderrahim Jackson fue el único bailarín sometido a un interrogatorio de una hora. Su nombre, de origen musulmán, le delataba. No fue suficiente que mostrara folletos de la compañía en los que aparece su fotografía en plena danza. Los servicios de seguridad, recelosos, le exigieron que ejecutara unos pasos. Y Jackson bailó en el aeropuerto.

"Estaba avergonzado, pero temía hacer algo malo que pudiera hacerme parecer sospechoso", comentó Jackson al diario israelí Yediot Ajoronot. "Expliqué que mi padre se convirtió al islam y que por ello me dio ese nombre, y me preguntaron repetidamente el nombre de mi madre y de mi padre". No dejó de tomárselo con humor. "Cuando regresaba a EE UU tras unas vacaciones en la República Dominicana, los agentes me interrogaron de una manera similar y me pidieron que bailara. Quizá deba acostumbrarme a danzar en los aeropuertos", dijo Jackson, de 31 años, y cuya prometida, Olivia Bowman -de madre judía y con familia en Israel-, trabaja en el grupo.

El aeródromo de Ben Gurión es la única puerta de entrada a Israel por avión y escenario de frecuentes humillaciones. Son infinidad los ciudadanos árabes con pasaporte israelí que optan por viajar por tierra a Jordania para volar desde Ammán. Son molestias que se prefieren a las vejaciones. Las quejas por el tratamiento que se otorga a numerosos pasajeros en este aeropuerto son constantes. Al margen de árabes o personas con nombres musulmanes, las jóvenes que viajan solas sufren humillaciones peores que las de Jackson: muchas son registradas hasta quedarse en ropa interior.

Abderrahim Jackson.AP

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