El Festival de Torroella reforzará su clasicismo
La música clásica continúa viva y cada vez tiene más público. Son las conclusiones que extrae el director del Festival de Músiques de Torroella de Montgrí, Josep Lloret, ante los resultados de la 28º edición del evento. Más de 12.000 asistentes y el 90% de ocupación, cifras "sensiblemente superiores" a las del año pasado, permiten a Lloret ser optimista. "Estamos muy contentos y seguiremos fieles a lo clásico, reforzando allá donde nos sea posible", aseguró el director del festival.
Entre las propuestas de este verano, Lloret destacó la Missa Solemnis, de Beethoven -"era un riesg...
La música clásica continúa viva y cada vez tiene más público. Son las conclusiones que extrae el director del Festival de Músiques de Torroella de Montgrí, Josep Lloret, ante los resultados de la 28º edición del evento. Más de 12.000 asistentes y el 90% de ocupación, cifras "sensiblemente superiores" a las del año pasado, permiten a Lloret ser optimista. "Estamos muy contentos y seguiremos fieles a lo clásico, reforzando allá donde nos sea posible", aseguró el director del festival.
Entre las propuestas de este verano, Lloret destacó la Missa Solemnis, de Beethoven -"era un riesgo y se hizo"-, el descubrimiento del compositor Domènec Terradellas y la calidad del cantaor Josep Gimeno Botifarra, al que comparó con "el primer Camarón".
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Josep Lloret reafirmó su apuesta por las producciones propias, la recuperación de compositores olvidados y la promoción de nuevas figuras del panorama musical europeo. También avanzó algunos nombres de la programación del próximo año. La artista invitada será la joven soprano catalana Núria Rial, especialista en música del Renacimiento y del Barroco y que abrirá el evento con un Via Crucis.
La edición de 2009 también celebrará aniversarios del nacimiento de Felix Mendelssohn y Henry Purcell y el 200 aniversario de la muerte de Josep Haydn, del que se representará su último oratorio, Las Estaciones. El concierto de recuperación de música histórica catalana será dedicado a los hermanos Manuel, Josep y Joan Baptista Pla, considerados, dijo Lloret, "los mejores oboístas del mundo", en la segunda mitad del siglo XVIII.