Reportaje:A TRAVÉS DEL PAISAJE | agenda

Cruzando la Vía Augusta

Parece que el Arco Romano de Cabanes consta de catorce dovelas, que son esas piedras en forma de cuña que componen el arco propiamente dicho y que colocadas de forma conveniente se sujetan a sí mismas sin necesidad de pegamentos ni argamasa.

A su vez es creencia erudita que dicho arco formaba parte de una mansión de las que acostumbraban a colocar los romanos en sus calzadas cada treinta millas, y que hacían las veces de áreas de servicio de la época, ya que en ellas se concedía posada al peregrino y al viajero en general, amén de carburante o condumio para los animales y ...

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Parece que el Arco Romano de Cabanes consta de catorce dovelas, que son esas piedras en forma de cuña que componen el arco propiamente dicho y que colocadas de forma conveniente se sujetan a sí mismas sin necesidad de pegamentos ni argamasa.

A su vez es creencia erudita que dicho arco formaba parte de una mansión de las que acostumbraban a colocar los romanos en sus calzadas cada treinta millas, y que hacían las veces de áreas de servicio de la época, ya que en ellas se concedía posada al peregrino y al viajero en general, amén de carburante o condumio para los animales y sus propietarios.

La Vía Augusta cruza España en su totalidad, desde los Pirineos hasta Cádiz, y en su discurrir atraviesa amplias zonas de nuestra geografía, como es el área llamada de La Plana Alta, al norte de Castellón, que es donde se encuentra nuestro arco, rodeado de poblaciones grandes y pequeñas y de cientos de pequeños masets, que comenzaron siendo unidades de explotación agrícola y hoy son en buena parte lugares de descanso y de solaz.

La restauración que allí se practica tiene poco de romana, ya que ni el garum ni otros aditivos de la época se hacen presentes, pero tampoco ha sufrido o gozado de los avatares de la modernidad, por lo que las paellas y los embutidos, las carnes de la zona y los pescados de las costas anejas se mantienen en primera línea de su alimentación. Y además, por alguna ignota y desconocida razón para nosotros, han hecho de los tombets y del conejo con all i oli seña de su territorio, por lo que los cocinan con tiento y buena mano, eligiendo para sus primores las más selectas verduras de la huerta y los más sutiles gazapos de blancas y delicadas carnes.

Además, comeremos dulces postres que deberán contener buenas raciones de almendras, para hacer honor y fama de las que allí se cultivan. Alternan éstas con las vides y el olivo entre las que sirven al principal fin del alimento, pero no deberemos dejar de lado alguna otras especies de flora, que se inclinan por lo poético y sentimental, como debemos decir del romero y del tomillo, de la menta y del poleo, y cómo no de la fragante lavanda, que perfumará las ropas que con ella contaminemos.

Recorreremos este lugar y sus alrededores, la Vall d'Alba, cuando vayamos al Pla de l'Arc, con suave orografía y cultivos mediterráneos; y Benlloch con sus iglesias y sus norias; les Useres, con también clásica iglesia y sus alrededores colmados de fuentes, y Vilafamés con reconocido museo de arte moderno e importante castillo, desde donde pueden gozar los visitantes de singulares y panorámicas vistas; o, al fin, recorreremos Cabanes, sus ermitas y su iglesia parroquial, y luego, al observar su Ayuntamiento recordaremos que bajo sus arcadas ejercía su oficio el mustaçaf o almotacén, el cual consistía de forma principal en denunciar los abusos que se producían en los mercados, en las pesas y medidas, en la limpieza y en el urbanismo, significando su nombre por dichos motivos "el que gana tantos ante Dios".

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