A PIE DE PISTA | PEKÍN 2008 | Baloncesto

'Pau is back'

Los sustos mejor llevárselos pronto y ganando, no cuando ya no hay arreglo posible. Tal y como se había puesto el choque y por cómo España ha jugado durante los primeros 35 minutos, no se pudo llevar mejor premio de un partido previsiblemente complicado (China es técnica y físicamente buen equipo, juega en casa y quería rescatar una derrota pesada contra Estados Unidos), en el que ganó el equipo con más experiencia y con la línea de perímetro más habilidosa y explosiva.

Jonas Kazlauskas, el entrenador lituano del ESE Zalgiris Kaunas campeón de la Euroliga de 1998, había planteado bien ...

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Los sustos mejor llevárselos pronto y ganando, no cuando ya no hay arreglo posible. Tal y como se había puesto el choque y por cómo España ha jugado durante los primeros 35 minutos, no se pudo llevar mejor premio de un partido previsiblemente complicado (China es técnica y físicamente buen equipo, juega en casa y quería rescatar una derrota pesada contra Estados Unidos), en el que ganó el equipo con más experiencia y con la línea de perímetro más habilidosa y explosiva.

Jonas Kazlauskas, el entrenador lituano del ESE Zalgiris Kaunas campeón de la Euroliga de 1998, había planteado bien sus bazas: en ataque, bloqueos para los tiradores, dentro/fuera con Yao Ming y bloqueo directo central entre base y pívot, tras haber comprobado evidentemente las dudas en defender esta situación manifestada por España en el partido contra Grecia; en defensa, alternancia entre individual, presión en todo el campo y zona de ajuste; llevar bien la zona defensiva con ayudas desde el lado opuesto al balón y parar cualquier intento de escapada española con un tiempo muerto, un cambio de defensa o de jugadores.

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China atacaba la presión y tiraba de tres puntos sin miedo, a veces pasándose por la euforia generada por el éxito, pero con descaro, velocidad y buenos porcentajes de tiro. España defendía mal los bloqueos, abusaba de las ayudas a Yao Ming, que repartía magníficamente balones entre sus compañeros, y perdía muchas pelotas atacando con poca agresividad, mirando poco al poste bajo y tirando desde fuera con precipitación. Sin embargo, no se salía del partido, recuperaba posesiones extra controlando el rebote ofensivo y cambiaba inteligentemente su filosofía defensiva reduciendo los riesgos innecesarios y los errores de la primera parte. Los chinos se ahogaban poco a poco, ya no se atrevían a tomar iniciativas agresivas y sentían cómo el miedo a ganar se adueñaba de sus mentes a la vez que España se iba acercando en el marcador.

En definitiva, siempre es bueno lo que bien acaba: unos cuantos argumentos para que el entrenador pueda refrescar la concentración del equipo y corregir errores (sobre todo, los que se van repitiendo) sin lamentar una derrota que habría complicado mucho el camino hacia la final; y la sensación de que Pau Gasol se va entonando y ha dado un paso importante hacia la adquisición de ese papel protagonista que todos esperan de él.

Pau is back (Pau ha vuelto) y mañana hará mucha falta.

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