Entrevista:JAVIER NÚÑEZ GASCO | Artista (residente)

"He hecho 12 presentaciones en un mes y medio"

Hay dos pantallas en las que puede verse a una señora y a un señor mayor hablando. Cada uno tiene unos auriculares incorporados. En un oído se oye la voz de él, un ludópata empedernido que cuenta todo lo que llegó a hacer para jugar. En el otro oído se escucha a ella, su mujer, que describe los años de sufrimiento al lado de un enfermo de esas características. Con un regulador de volumen el espectador decide a quién le da más voz. Aquello se llamaba Mis razones. Luego están sus intervenciones en televisión. El día en que llamó a varios programas, tipo talk show, y contó que padec...

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Hay dos pantallas en las que puede verse a una señora y a un señor mayor hablando. Cada uno tiene unos auriculares incorporados. En un oído se oye la voz de él, un ludópata empedernido que cuenta todo lo que llegó a hacer para jugar. En el otro oído se escucha a ella, su mujer, que describe los años de sufrimiento al lado de un enfermo de esas características. Con un regulador de volumen el espectador decide a quién le da más voz. Aquello se llamaba Mis razones. Luego están sus intervenciones en televisión. El día en que llamó a varios programas, tipo talk show, y contó que padecía una enfermedad que le hacía perder la memoria y que, por eso, se había implantado un microchip de perro (que sigue llevando). Telemadrid hizo un generoso reportaje de aquella historia inventada sin contrastar nada. Una obra o performance real, que evidenciaba el funcionamiento de esos programas y de determinados medios de comunicación. Repitió en la misma televisión, contando una ficticia noche de San Juan. "Pensé que me reconocerían por los pasillos los técnicos, pero no", cuenta Javier Núñez Gasco. Este salmantino lleva cuatro de sus 37 años viviendo y trabajando en Lisboa. De hecho, su último proyecto se fraguó allí, aunque lo ha culminado aquí, en el estudio de Black & Noire, donde ya lleva casi tres meses: "Vine para un mes y medio, pero no encuentro el momento de irme", dice. En este tiempo ha terminado de dar forma a Miserias Ilimitadas, LDA. Un proyecto que comenzó con un anuncio de trabajo para mendigos en varios diarios lisboetas. Montó una empresa real con ese nombre, entrevistó y contrató a cuatro trabajadores, pagó sueldos e impuestos... En definitiva, realizó una fuerte crítica social, convirtiendo en legal un negocio basado en la economía sumergida. Los problemas con los inspectores de Hacienda vinieron después, como los de liquidez. El resultado es una obra que combina el vídeo con las montañas de papeles que ha generado esa actividad. Quién sabe, quizá pueda verse en Madrid pronto: "He hecho aquí 12 presentaciones de mi trabajo en mes y medio, veremos a ver qué pasa".

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