Reportaje:motor

Pinza alemana al BMW X3

Los nuevos Audi Q5 y Mercedes GLK quieren dar la réplica al 4 - 4 de prestigio más vendido - Destacan por su calidad y llegarán en otoño

Cinco años de éxito en solitario. Es lo que BMW ha disfrutado con su X3. El todoterreno alemán llegó al mercado en 2003, se postuló como el primer 4 - 4 medio de prestigio y, ante la ausencia de competidores, ha conseguido vender 500.000 unidades y convertirse en el objeto de deseo de muchas familias. Pero el panorama va a cambiar, porque, aunque con retraso, Audi y Mercedes ya tienen listas sus réplicas.

Se trata de los nuevos Q5 y GLK, respectivamente, dos todoterreno exclusivos que sobresalen por su imagen, calidad y tecnología. El Q5 saldrá a la venta en noviembre desde 40.950 euros...

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Cinco años de éxito en solitario. Es lo que BMW ha disfrutado con su X3. El todoterreno alemán llegó al mercado en 2003, se postuló como el primer 4 - 4 medio de prestigio y, ante la ausencia de competidores, ha conseguido vender 500.000 unidades y convertirse en el objeto de deseo de muchas familias. Pero el panorama va a cambiar, porque, aunque con retraso, Audi y Mercedes ya tienen listas sus réplicas.

Se trata de los nuevos Q5 y GLK, respectivamente, dos todoterreno exclusivos que sobresalen por su imagen, calidad y tecnología. El Q5 saldrá a la venta en noviembre desde 40.950 euros (2.0 TDi de 170 CV); el GLK, en octubre, a partir de 42.850 (220 CDi de 170 CV). Tienen precios elevados, pero está justificado lo que cuestan y son familiares muy versátiles, porque valen para ciudad, carretera y campo. El X3 diésel más asequible sale por 40.800 euros (2.0d de 177 CV).

Deportivo o campero

El diseño marca ya diferencias importantes entre los Audi Q5 y Mercedes GLK. El Q5 apuesta por la imagen deportiva y parece un turismo alto. Tiene una línea afilada y una altura inferior a lo normal en estos coches (1,65 metros). Un aspecto que afina la aerodinámica y reduce los consumos. El GLK luce una estética más robusta y campera. Recuerda a los todoterreno de siempre y muestra un estilo más recio, aunque también más pesado y veterano. Las diferencias se mantienen por dentro, con un salpicadero más moderno para el Audi y otro más clásico para el Mercedes. Los materiales y acabados son notables en ambos.

Con una longitud de 4,62 metros, el Q5 es 10 centímetros más largo que el GLK (4,52) y se aprecia en su interior. Los dos modelos aportan habitáculos desahogados, capaces de acomodar a adultos altos en todas las plazas, pero el Audi ofrece más espacio para las piernas en los asientos traseros y tiene un maletero mayor: 540 litros, 90 más. Además, puede completarse como opción con detalles prácticos interesantes que no ofrece su rival, como la fila trasera deslizable, que permite repartir el espacio disponible entre pasajeros y carga.

Cambios de siete marchas

Al igual que el BMW X3 se ha desarrollado sobre la base mecánica de la berlina Serie 3, el Q5 aprovecha el chasis y los motores del A4, y el GLK, los del Clase C. La gama de motorizaciones es muy similar en los dos, aunque el Q5, gracias a su mejor aerodinámica y 25 kilos menos de peso (1.805, por 1.830 del GLK), aporta consumos un poco más bajos.

El GLK se venderá con cuatro motores, todos asociados al cambio automático 7G-Tronic de siete marchas, que aporta una suavidad imbatible: 280 y 350, con 231 y 272 CV (49.900 y 52.650 euros), y 220 y 320 CDi turbodiésel, con 170 y 224 CV (42.850 y 52.100). El 220 CDi, que es la alternativa más recomendable, no llegará a España hasta abril de 2009.

El Audi tiene otros cuatro propulsores: 2.0 TFSi de 211 CV (45.550 euros), 3.2 FSi de 270 CV (inicios de 2009) y 2.0 y 3.0 TDi, con 170 y 240 CV (40.950 y 51.900). Los tres más potentes llevan el nuevo cambio secuencial S-Tronic de siete marchas, que funciona con mayor rapidez que el 7G-Tronic y casi iguala su finura. El 2.0 TDi equipa un manual de seis y no podrá montar el S-Tronic hasta mediados de 2009.

Como en el Mercedes, la alternativa más racional es la versión más accesible, 2.0 TDi, que ofrece ya buenas prestaciones y consume 6,7 litros de media, por 6,9 del GLK 220 CDi. Cuesta 2.000 euros menos que éste, aunque, si se monta el cambio S-Tronic, desaparecerá la ventaja económica. Sin embargo, el GLK obliga a elegir entre dos paquetes estéticos para la carrocería, deportivo o todoterreno, que cambian la decoración exterior (llantas, parrilla...) y hay que sumar a su tarifa: cuestan 1.705 y 1.491 euros, y devuelven la ventaja al Audi.

Al volante, los dos ofrecen un comportamiento eficaz y cercano al de los turismos, aunque cada uno muestra sus matices: el Audi transmite mayor ligereza y deportividad, y el Mercedes, mayor confort y aplomo. Pero el Q5 se desmarca con el sistema Drive Select (opcional), que reúne dirección activa y suspensión electrónica, y permite ajustar el comportamiento del coche y hacerlo más cómodo o más dinámico.

Ambos tienen tracción 4 - 4 y una distancia al suelo de 20 centímetros, por lo que pueden circular por pistas de tierra y tramos nevados.

El equipamiento de serie es completo y similar en los dos modelos. Ambos cuentan con control de estabilidad, climatizador, llantas de aleación, radio-CD con MP3, volante con mandos integrados y ordenador. El Mercedes añade siete airbags (seis en el Q5) y otros elementos, como bluetooth, control de velocidad y asiento del conductor eléctrico, que se desconoce si incluirá el Audi, porque todavía no se ha confirmado su dotación de serie en España. A cambio, el Q5 cuenta con freno de mano electrónico (por botón) y puede montar sistemas de seguridad como la alarma de salida del carril y los retrovisores con cámaras.

El Audi Q5 (izquierda) presenta una línea más deportiva y se comercializará en noviembre. El Mercedes GLK apuesta por la robustez y saldrá a la venta en octubre.

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