DESDE MI SILLÍN | TOUR 2008 | Séptima etapa

Formas y maneras

Hay formas y formas de ganar. Aquí en Austria por ejemplo, hoy ha ganado Haselbacher, el corredor local del Astana de una manera que no se hubiese él imaginado 24 horas antes. El día anterior fue segundo en un sprint masivo, que es más o menos su especialidad. No estuvo mal. Pero hoy ha ganado en un cara a cara con otro corredor, su compañero de fuga durante todo el día, en una escapada consentida por la que nadie daba un solo duro al principio. ¿Por qué? Pues porque se han dado un cúmulo de circunstancias que han hecho que nadie tire por detrás, cuando la lógica indicaba que eran mucho...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay formas y formas de ganar. Aquí en Austria por ejemplo, hoy ha ganado Haselbacher, el corredor local del Astana de una manera que no se hubiese él imaginado 24 horas antes. El día anterior fue segundo en un sprint masivo, que es más o menos su especialidad. No estuvo mal. Pero hoy ha ganado en un cara a cara con otro corredor, su compañero de fuga durante todo el día, en una escapada consentida por la que nadie daba un solo duro al principio. ¿Por qué? Pues porque se han dado un cúmulo de circunstancias que han hecho que nadie tire por detrás, cuando la lógica indicaba que eran muchos los que iban a tirar para llegar al sprint. Curioso lo ocurrido entre la lógica y los caprichos del destino. Y mientras, Hashi contento, claro está, aunque la lógica no haya funcionado. No va con él la historia.

Más información

Recuerdo ahora como hace ya bastantes años ganó una etapa Marcel Wust, un sprinter puro de esos de los que solemos decir "que no suben ni un puente". Wust ganaba carreras a menudo, lógicamente al sprint, pero un día se metió en una escapada acompañando a un escalador, también puro, como era el alavés López de Munain. La escapada fue buena y prosperó, así que ambos se acercaban a una pequeña subida que había en los últimos kilómetros. Todo parecía indicar que el escalador dejaría al sprinter para presentarse en solitario en la meta, pero para sorpresa de todos -especialmente del mismo Wust-, Munain se quedó descolgado en el puerto dejando al gigante alemán en solitario. Había cogido una pájara de las que no se olvidan. Wust obviamente ganó, pero luego declaró que sí, que estaba contento, pero que primera y última vez, que nunca más volvería a ganar una carrera de ese modo; "esto es demasiado duro", dijo, "prefiero ganar al sprint que es para lo que he nacido".

En el Tour hoy ha ganado Luis León Sánchez en un dèjá vu; tanto para él que lo sentía, como para el que como yo lo veía por el televisor. No sabía si estaba viendo el Tour, o una repetición de la etapa que ganó este marzo en la París-Niza. Pero lo más curioso de su modo de ganar no ha sido sólo esto; más aún que ha ganado después de haber ido escapado, de haber sido neutralizado y de estar de nuevo trabajando para su jefe de filas. Verdaderamente sorprendente. Como lo que hizo Hushovd hace años en la última etapa de la Vuelta a Cataluña: todo el día en fuga, neutralizado en los últimos kilómetros, y ganador después al sprint. Cuando te escapas y te cogen se supone que has gastado todas las balas por el camino, se supone. A Luis León le cogieron en el último alto, se puso a tirar para Valverde, del grupo de los elegidos, y sorprendentemente se fue para abajo en solitario hacia la victoria.

Yo me perdí algo; no se si atacó, si Pereiro hizo el corte queriendo o si simplemente nadie le pudo seguir -lo más lógico viendo a la velocidad a la que trazaba las curvas-. Lo mismo da, el caso es que una vez solo, a ver quién cogía a ese galgo.

Lo dicho, formas y maneras de ganar.

Archivado En