Funcas cree que España vive una ola de fuga de empresas

España está inmersa en una segunda ola de deslocalizaciones, más intensa que la que se produjo a principios de los noventa. Más de 450 empresas han ensayado esta huida de la producción a otros países con costes bajos desde el año 2000, según un estudio de Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros, publicado en el último número de Papeles de Economía Española. Las víctimas de este proceso son más de 85.000 trabajadores que han perdido sus puestos con el traslado de las empresas.

El trabajo, firmado por Rafael Myro y Carlos Manuel Fernández-Otheo, de la Universidad Complutense d...

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España está inmersa en una segunda ola de deslocalizaciones, más intensa que la que se produjo a principios de los noventa. Más de 450 empresas han ensayado esta huida de la producción a otros países con costes bajos desde el año 2000, según un estudio de Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros, publicado en el último número de Papeles de Economía Española. Las víctimas de este proceso son más de 85.000 trabajadores que han perdido sus puestos con el traslado de las empresas.

El trabajo, firmado por Rafael Myro y Carlos Manuel Fernández-Otheo, de la Universidad Complutense de Madrid, destaca que esta ola obedece a la ampliación de la Unión Europea y al auge de China como potencia mundial. Al contrario que en la anterior fase de deslocalizaciones, que respondía a la búsqueda de tecnologías inexistentes en España, ésta segunda obedece a la reducción de costes. "No sólo ha sido más intensa que la anterior, sino que también se ha caracterizado por una mayor frecuencia en el uso de la estrategia de cierres de planta completos", asegura el documento.

Firmas extranjeras

Las empresas de capital extranjero son responsables del 62% de las deslocalizaciones y del 79% del empleo, lo que respalda la idea de que la mayoría de firmas que recurren a este método son multinacionales implantadas en España. El estudio resta dramatismo a las consecuencias: "El desempleo acumulado en ocho años como consecuencia directa de la deslocalización de establecimientos propiedad de no residentes apenas supera el 2% de la ocupación".

Pese a ser menos voluminosa, la deslocalización de empresas españolas evoluciona de forma opuesta a la de las firmas extranjeras. Mientras esta última "ha tendido a estabilizarse en 2006 y 2007", las compañías españolas "están tan sólo en el comienzo de un proceso que debe afirmar su competitividad en el plano internacional".

Los autores concluyen que la pérdida de empleo se ha visto compensada con la creación de puestos en otras empresas de la misma actividad, así como en otros campos de la economía. Sólo se ha perdido empleo y producción en textil, confección, cuero, calzado y otras manufacturas, muy afectadas por la competencia asiática.

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