Una de vaqueros en la embajada

El representante de EE UU en España se despide en la fiesta del 4 de julio

La convocatoria sugería atuendo vaquero y el embajador predicó con el ejemplo. La embajada de EE UU celebró el jueves la fiesta nacional del 4 de julio y Eduardo Aguirre, que se despide tras cuatro años, lució sombrero, pañuelo de barras y estrellas, jeans y unas imponentes botas. Aguirre celebró la armonía bilateral pero se dolió de "comentarios despectivos" sobre Bush y avisó que "sería contraproducente permitir que retóricas imprudentes y gratuitas (...) nos hicieran retroceder parte del camino recorrido".

"¡Que viva España! ¡Y God Bless America!", concluyó ante un millar de i...

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La convocatoria sugería atuendo vaquero y el embajador predicó con el ejemplo. La embajada de EE UU celebró el jueves la fiesta nacional del 4 de julio y Eduardo Aguirre, que se despide tras cuatro años, lució sombrero, pañuelo de barras y estrellas, jeans y unas imponentes botas. Aguirre celebró la armonía bilateral pero se dolió de "comentarios despectivos" sobre Bush y avisó que "sería contraproducente permitir que retóricas imprudentes y gratuitas (...) nos hicieran retroceder parte del camino recorrido".

"¡Que viva España! ¡Y God Bless America!", concluyó ante un millar de invitados, entre ellos la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado. La titular de Defensa, Carme Chacón, anuló su anunciada visita. Y fallaron también el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Sí estuvo, por parte del PP, Soraya Sáenz de Santamaría. Y deambularon entre hamburguesas y cervezas el juez Baltasar Garzón, el presidente de la JEMAD, Félix Sanz, la presidenta de Hispasat, Petra Mateos, y el cura Luis de Lezama, listo para abrir una nueva Taberna del Alabardero en Seattle.

Eduardo Aguirre, Elena Salgado, Enrique Múgica y el general Félix Sanz.EFE

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