El fiscal quiere que siga en prisión el conductor que causó nueve muertes

El fiscal de Seguridad Vial de Málaga, Javier de Torres, solicitó ayer que el conductor del todoterreno que el pasado 19 de abril supuestamente causó el accidente de tráfico de Torremolinos, en el que murieron nueve turistas finlandeses que viajaban en un autobús, permanezca en prisión. En una vista celebrada ayer en la Audiencia Provincial de Málaga, el fiscal rechazó la puesta en libertad de Jesús Gil Rubio, de 27 años, al entender que persiste el riesgo de fuga. El ministerio público basó esta percepción en la gravedad de las penas a las que se enfrenta el conductor, un mínimo de tres años ...

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El fiscal de Seguridad Vial de Málaga, Javier de Torres, solicitó ayer que el conductor del todoterreno que el pasado 19 de abril supuestamente causó el accidente de tráfico de Torremolinos, en el que murieron nueve turistas finlandeses que viajaban en un autobús, permanezca en prisión. En una vista celebrada ayer en la Audiencia Provincial de Málaga, el fiscal rechazó la puesta en libertad de Jesús Gil Rubio, de 27 años, al entender que persiste el riesgo de fuga. El ministerio público basó esta percepción en la gravedad de las penas a las que se enfrenta el conductor, un mínimo de tres años y medio, según De Torres.

Enfrente, el abogado defensor del conductor, Pedro Apalategui, reclamaba a la Audiencia que revoque el auto de la juez de primera instancia que ordenó el ingreso en prisión de su cliente el pasado 30 de abril. Apalategui afirmo que fueron las vallas de protección metálicas tipo bionda que delimitan los dos sentidos de la autopista A-7 las que "segaron la vida de las personas" que viajaban en el bus. El letrado afirmó que el "penoso" resultado del siniestro no era "ni querido ni previsible" para su cliente.

"¡Como si las conductas culposas no tuvieran relevancia! Si el resultado [del accidente] no se tiene en cuenta nos encontraríamos con el mensaje de que no pasa nada por matar con el coche", replicó De Torres. No obstante, el fiscal puso el acento en dos supuestas "conductas dolosas" de Gil Rubio: el exceso de velocidad -a pesar de la lluvia, el todoterreno impactó a 155,3 kilómetros por hora contra el autobús- y el hecho de que el conductor dio una tasa de alcohol que duplicaba lo permitido.

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