Crónica:

El cielo es el límite

El petróleo va a estar a 150 dólares el barril. No, a 200 dólares. Ha llegado el momento de hacer cálculos absurdos y descabellados en el mundo de las materias primas. ¿Y por qué no? El precio del petróleo ha dejado ya de estar en relación con los costes de producción, al tiempo que la oferta está aumentando a un ritmo demasiado lento como para mantenerse a la altura de un aumento, por modesto que sea, de la demanda, aunque puede que esa escasez de mercado la haya instigado la formación especulativa de inventarios.

En cuanto a los precios de los productos básicos, parece que el único lí...

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El petróleo va a estar a 150 dólares el barril. No, a 200 dólares. Ha llegado el momento de hacer cálculos absurdos y descabellados en el mundo de las materias primas. ¿Y por qué no? El precio del petróleo ha dejado ya de estar en relación con los costes de producción, al tiempo que la oferta está aumentando a un ritmo demasiado lento como para mantenerse a la altura de un aumento, por modesto que sea, de la demanda, aunque puede que esa escasez de mercado la haya instigado la formación especulativa de inventarios.

En cuanto a los precios de los productos básicos, parece que el único límite por arriba es lo que los clientes puedan permitirse pagar. Y por el momento, los grifos siguen soltando dinero para los compradores de petróleo. Así que Goldman Sachs, que fue el primer banco de negocios importante que predijo que el crudo superaría el nivel de los 100 dólares por barril, podría estar en lo cierto una vez más en su último cálculo de 200 dólares. ¿Alguien da 1.000?

Pero los cálculos de Goldman podrían también seguir el mismo camino que otros muchos delirios del mercado alcista. El número de pozos petrolíferos, una señal de lo que va a ser la futura producción, ha batido un récord histórico. El crecimiento económico se está ralentizando. E incluso aunque la inflación elevada persista, el dinero fácil no va a mantener para siempre el precio del petróleo desorbitadamente por encima de los costes de producción.

Los expertos optimistas están de acuerdo en el hecho de que los precios van a bajar, pero no hacen más que revisar al alza sus cálculos de los precios después de que estalle la burbuja. Goldman acaba de elevar su precio para 2012 de 60 a 75 dólares. Puede que ahora este objetivo parezca cauteloso, pero los mercados suelen cambiar de forma radical. El precio del petróleo podría caer mucho más y a mucha más velocidad.

Si el petróleo llega a estar por debajo de... digamos 40 dólares en los próximos años, los oráculos de los máximos históricos del precio del petróleo cederán sus plumas a una nueva remesa de expertos, que proporcionarán modelos que expliquen por qué los 25 dólares por barril son inevitables.

Pero está claro que en la nómina de los bancos de negocios habrá entonces menos de esos expertos en materias primas. -

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