DESDE EL 112 | Accidente aéreo junto a la autopista

"Veo que se acaba de estrellar"

-Vivo en Carabanchel, donde el PAU nuevo... Acabo de ver una avioneta como que se acaba de estrellar. Se habría caído detrás de la gasolinera de la BP...

La llamada entra en la enorme sala circular del teléfono de emergencias 112 -un espacio diáfano con 90 mesas- en Pozuelo, exactamente a las 11.05.02 de ayer.

-¿En la M-40?- corta la operadora que atiende el 112.

-Sí -responde la mujer.

-Gracias, ya tenemos el aviso.

Un hombre había llamado tan sólo 29 segundos antes. Y activó un sistema informático propio de un thriller futurista: un sistema que local...

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-Vivo en Carabanchel, donde el PAU nuevo... Acabo de ver una avioneta como que se acaba de estrellar. Se habría caído detrás de la gasolinera de la BP...

La llamada entra en la enorme sala circular del teléfono de emergencias 112 -un espacio diáfano con 90 mesas- en Pozuelo, exactamente a las 11.05.02 de ayer.

-¿En la M-40?- corta la operadora que atiende el 112.

-Sí -responde la mujer.

-Gracias, ya tenemos el aviso.

Un hombre había llamado tan sólo 29 segundos antes. Y activó un sistema informático propio de un thriller futurista: un sistema que localiza instantáneamente en un mapa el teléfono que llama y permite escoger entre 60 situaciones urgentes. Basta un clic para seleccionar "accidente aéreo".Después del clic, el programa informático, con los datos que teclea el operador, selecciona a qué servicios de emergencia avisar, en función de su cercanía y cometidos. Esta vez, con un accidente así en Madrid capital, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Samur, Policía Municipal, Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil de Tráfico reciben alertas en su ordenador. No hay llamadas telefónicas.

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En la pared cóncava cuelgan tres pantallas gigantes. Una de ellas, un gráfico en forma de queso, cambia de colores a medida que los telefonistas se ocupan con llamadas (entran 17.000 al día) o están libres (descansan cada dos horas). Desde arriba, tras un cristal, la sala se ve medio vacía. La cantidad de operadores se programa dependiendo del día y la hora, según el registro histórico de llamadas de los 10 años que lleva el 112. Una mañana tardía de martes no es muy exigente.

Seis telefonistas reciben en una hora 50 comunicaciones sobre el accidente. Todos acceden a la información que todos manejan. La doble pantalla de cada mesa baila con distintos colores, a medida que unos y otros informan de que han enviado a sus ambulancias, camiones o coches, que están allí o que han finalizado el trabajo.

El expediente informático del accidente de ayer se cerró con los últimos en irse: cuando la Policía Municipal se marchó de la M-40 y los coches volvieron a circular. A las 16.42.

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