Reportaje:Medios

Fusión en medio de la tormenta

Thomson Reuters intenta remontar los efectos de la crisis financiera

Thomas Glocer conoce bien las reglas que rigen los matrimonios empresariales. Ahora le toca aplicar la teoría en la integración de la agencia de noticias británica Reuters con el grupo canadiense Thomson. El consejero delegado del nuevo gigante de la información de negocios dice que lo más difícil será juntar las dos culturas corporativas, aunque se muestra optimista a largo plazo. Pero en el corto, el nacimiento de este coloso se ve nublado por un clima financiero turbulento y una competencia cada vez mayor.

Con la fusión de Thomson y Reuters nace la mayor compañía del mundo especializ...

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Thomas Glocer conoce bien las reglas que rigen los matrimonios empresariales. Ahora le toca aplicar la teoría en la integración de la agencia de noticias británica Reuters con el grupo canadiense Thomson. El consejero delegado del nuevo gigante de la información de negocios dice que lo más difícil será juntar las dos culturas corporativas, aunque se muestra optimista a largo plazo. Pero en el corto, el nacimiento de este coloso se ve nublado por un clima financiero turbulento y una competencia cada vez mayor.

Con la fusión de Thomson y Reuters nace la mayor compañía del mundo especializada en lo que se conoce como información inteligente para negocios y profesionales, donde competirá codo con codo con Bloomberg. Se calcula que las dos controlarán, respectivamente, el 34% y el 33% de las terminales de transmisión de datos financieros, junto a un influyente servicio de agencias de noticias. La nueva compañía, con sede en Nueva York, cuenta con 50.000 empleados y más de 40.000 clientes en 155 países.

Thomson Reuters piensa competir duramente contra Bloomberg La nueva compañía cuenta con 50.000 empleados y más de 40.000 clientes

Sus ingresos anuales ascienden a unos 12.400 millones de dólares, si se toman como referencia los resultados de 2007. Thomson Reuters presentará el próximo 1 de mayo las cuentas correspondientes al primer trimestre, así como sus perspectivas financieras para el resto de 2008. El estreno de Thomson Reuters el pasado 17 de abril fue, sin embargo, decepcionante en las Bolsas de Londres, Toronto y Nueva York.

Tom Glocer, graduado por las universidades de Columbia y Yale, entró en Reuters Group hace 15 años como vicepresidente y consejero general. Antes trabajó como abogado especializado en fusiones y adquisiciones en las oficinas de Davis Polk & Wardwell en Nueva York, París y Tokio. En julio de 2001 se convertiría en el primer no periodista en tomar las riendas de la agencia.

El caso es que la crisis financiera aceleró que Reuters pierda mercado frente a Bloomberg. Y sobrevuela además el temor de que muchos clientes en el negocio de la banca prescindan de su servicio de datos para recortar gastos. A no ser que la nueva compañía esté a la altura de ofrecer una información que merezca la pena pagar y que le permita compensar de paso los activos que pierden con las reducciones de plantilla.

Gustav Carlson, director de marketing de Thomson Reuters, insiste en que la compañía no se concentrará en acumular datos, sino en ofrecer y distribuir la información a los profesionales de una manera "inteligente", para que puedan utilizarla de acuerdo con sus necesidades y tomar decisiones. "La gente está preparada para pagar por ellos", asegura. Thomson controló en el pasado más de 200 cabeceras en EE UU, Canadá y Reino Unido, entre ellas, el The Times, de Londres, The Globe y The Mail, de Toronto, que vendió para dedicarse al digital.

Glocer dice que su principal tarea es casar la estructura de productos financieros y de servicios profesionales de las dos compañías, para estar en condiciones de poder aprovechar las oportunidades de negocio en el futuro. Y su prioridad más inmediata será integrar la gama de productos financieros de Reuters, como el sistema 3000Xtra, con el ThomsonOne.

En este momento no se habla de regulaciones concretas de empleos, pero los analistas anticipan que se eliminarán "varios miles" de puestos conforme avance la integración. "Habrá algunas reducciones de empleos", precisa el consejero delegado, citando oficinas como la de Tokio, donde se producen solapamientos. El coste de la integración se calcula en unos 500 millones de dólares durante los próximos tres años, según cálculos de Goldman Sachs. Es la misma cantidad que esperan ahorrar en Thomson Reuters cuando culmine la fusión. -

El peor momento de la última década

El consejero delegado del nuevo grupo de información cree que el parqué está lanzando el mensaje equivocado sobre el negocio futuro de la compañía y se muestra confiado en el éxito de la combinación. Es más, insiste en que su división dedicada al negocio de servicios financieros, que representará un 40% del total, es más resistente a las condiciones del mercado de lo que se cree. "Es una compañía equilibrada y diversificada, que está bien posicionada para hacer frente a las turbulencias", explica Tom Glocer.

La plataforma informativa y las terminales de datos de Reuters se verán completadas con el sistema Westlaw (base de datos legal), el TradeWeb (red de corretaje de bonos) y soluciones fiscales y contables de Thomson, a los que suma servicios de información científica y sanitaria. De hecho, el interés principal de Thomson con esta operación era el de ampliar su negocio más allá de la distribución de datos de tipo financiero y reforzar la división de noticias fuera de EE UU.

Es la visión de David Thomson, nieto del fundador y presidente del grupo, que asegura que, a pesar de la crisis financiera de la compañía, que estrena nuevo logotipo, tendrá un futuro brillante. Su familia controlará el 53% del capital. En este sentido, dice que la fusión refuerza a Thomson en el mercado norteamericano y a Reuters en el europeo, y juntas tendrán una posición de peso en Asia y Oriente Próximo, lo que les permitirá crecer más que cada una por separado.

Los analistas de Goldman Sachs no discuten esto, porque consideran que la cartera de negocio de la compañía es excelente y les gusta la operación desde el punto de vista estratégico. El problema, según ABN Amro, es que una buena parte del negocio está expuesta a los ciclos en la industria financiera, lo que le hace vulnerable ante situaciones económicas complicadas como la que se vive desde el pasado verano en EE UU. "El sector afronta el peor momento en la última década", remacha Goldman. -

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